La politica del ayahuasca: Chamanismo versus capitalismo

Chamanismo versus capitalismo:
La política del ayahuasca
Por: Martín A. Lee
Traducción: Helmer Hernández

El yagé o ayahuasca es un legendario alucinógeno usado por los curanderos, o brujos indígenas, para sanar a los enfermos y comunicarse con los espíritus. En tiempos de la globalización, sin embargo, parece haber emprendido un viaje hacia Europa y USA causando temor entre las autoridades y entusiasmo inusitado entre sus usuarios.

Al deambular distraídamente por los pasadizos bulliciosos de cualquier mercado de pueblo de la cuenca Amazónica uno se encuentra con los puestos de ventas de plantas medicinales, partes de animales y diferentes medicinas en frascos. Entre esas medicinas esta inevitablemente el ayahuasca o yagé, un brebaje de sabor repulsivo que es vendido en botellas.

la palabra ayahuasca proviene del idioma Quechua y significa " bejuco del alma, bejuco de los muertos, o bejuco de las visiones." Es conocido con varios nombres entre los 72 comunidades indígenas en Perú, Colombia y Ecuador que lo ingieren. Este legendario alucinógeno es usado por los curanderos, o brujos indígenas, para sanar a los enfermos y comunicarse con los espíritus. Muchos chamanes simplemente se refieren al ayahuasca como " el remedio."

Venerado por los indígenas como una medicina sagrada y como un remedio supremo para todas las enfermedades, este es sin una duda el brebaje vegetal más famoso de la Amazonía

Las plantas maestras

En tiempos inmemoriales, los curanderos indígenas de Sudamérica se volvieron expertos en la manipulación de una serie de ingredientes que fueron mezclados y cocinados en ayahuasca o "yagé" como se lo llama comúnmente. Un conjunto detallado de rituales presidió cada paso del proceso, desde la recolección de hojas, raíces y tallos, hasta la cocción y suministro del brebaje.

El ayahuasca es único porque su poderoso efecto psico-farmacológico depende de una combinación sinérgica de los alcaloides activos de por lo menos dos plantas: el bejuco Banisteriopsis Caapi que contiene los alcaloides harmala y la frondosa planta Psychotria viridis o alguna otra mezcla alucinógena que contiene el alcaloide dimetil-triptamina (DMT).

Más notable es el hecho de que al tomarlo oralmente, el DMT es metabolizado y desactivado por una enzima gástrica particular. Pero ciertos químicos del yagé contrarrestan la acción de esta enzima estomacal, permitiendo que el DMT circule a través del torrente sanguíneo y del cerebro dónde activa intensas visiones y experiencias consideradas sobrenaturales.

Los investigadores contemporáneos se maravillan de aquello que el químico J.C. Callaway describe como " uno de los sistemas de extracción de droga más sofisticados que existen." La manera como los indios del Amazonas llegaron a esta forma asombrosa de alquimia sinérgica es uno de los muchos misterios de yagé.

Los curanderos indígenas que usan el yagé, dicen que su conocimiento viene directamente de "las plantas maestras". Las plantas alucinógenas son consideradas como las personificaciones de seres inteligentes que son visibles solo en los estados alterados de conciencia y que funcionan como espíritus guías y fuentes de poder curativo y de conocimiento.

Según la tradición indígena, el ayahuasca es la fuente de todo conocimiento, el último médium que revela los orígenes mitológicos de la vida. El antropólogo Gerardo Reichel-Dolmatoff escribió que beber yagé significa volver al útero cósmico, al útero primordial de la existencia dónde el individuo 've' las divinidades tribales, la creación del universo y la humanidad, la primera pareja, la creación de los animales y el establecimiento del orden social."

La gran limpieza

En las sociedades tradicionales el yagé o ayahuasca nunca ha sido usado casualmente o para propósitos recreativos. Únicamente una persona ritualmente limpia, que haya mantenido un régimen alimenticio estricto (bajo en especias, azúcares y grasa animal) durante varias semanas o meses se consideraba lista para tomar parte en la experiencia. Los ritos de iniciación chamánica requerían un período largo de preparación que incluía aislamiento social y la abstinencia sexual antes de ingerir yagé con el curandero.

Como gran conocedor del trance, el curandero, chaman o taita sirve de guía a aquellos que desean embarcarse en una " conquista de visiones." Más que un embaucador, gurú o santo, el curandero es indiscutiblemente el maestro de ceremonias, la figura central en el drama del ayahuasca. Al llegar la noche, la amarga bebida es repartida entre personas que se han organizado en círculos y el chaman empieza a invocar con cantos las visiones. Escuchando los cantos chamánicos, los participantes del ritual sienten algún entumecimiento en sus labios y un calor moderado en sus intestinos.

Una ola vertiginosa de energía los envuelve. Y entonces todos los infiernos se liberan: mareo, vomito, diarrea; un imparable, asalto colónico que penetra la entrañas, barriendo a través de los espirales intestinales como un drenaje , limpiando el cuerpo de parásitos, bloqueos emocionales y resentimientos mas antiguos. Es por esta buena razón que los nativos amazónicos se refieren al yagé como la purga."Uno no puede dejar de impresionarse por los notables efectos curativos atribuidos a la acción purgativa de ese bejuco," escribe el psicólogo Ralph Metzner, editor del libro Ayahuasca,una antología de artículos académicos eruditos y de testimonios de primera mano sobre experiencias con el yagé. Metzner anota que existen testimonios de curaciones definitivas de algunos tipos de cáncer después de una o dos sesiones de ayahuasca. El impacto rejuvenecedor de la purga ayudaría a explicar la salud excepcional de los ayahuasqueros, incluso de aquellos de edades avanzadas.

El viaje espacio temporal

Después del episodio inevitable de la purga, los sentidos se reconfortan y el iniciado experimenta una especie de "liberación magnética del mundo, "tal como lo afirma Wade Davis, seguido por un asalto de visiones espectaculares, un pandemónium arremolinado de imaginería calidoscópica que cambia más rápidamente que la velocidad de pensamiento.

Bajo la influencia del ayahuasca, no es extraño que las personas sientan como si estuvieran fuera de sus cuerpos y se hubiesen catapultado en una extraña excursión etérea. Durante este viaje a reinos remotos, se ven panorámicas vistosas y paisajes encantados que de repente abren el camino a encuentros cercanos con jaguares feroces, grandes serpientes iridiscentes y otras bestias rapaces que intentan devorar al novicio.

William Burroughs describió esa sensación de vuelo intenso y prolongado cuando tomó ayahuasca durante una expedición a América del Sur en 1953. En una carta a Allen Ginsberg escribió: "El Yagé es un viaje espacio temporal, es la sangre y sustancia de muchas razas, Negra, polinesia, Mongol montañés, Nómada del desierto, indio ; nuevas razas todavía inconcebidas y no nacidas, combinaciones aun no realizadas pasan a través del cuerpo. migraciones, viajes increíbles a través de los desiertos y selvas y montañas.... Un lugar dónde el pasado desconocido y el futuro emergente se juntan en un vibrante zumbido silencioso."
No se sabe porque las visiones provocadas por el ayahuasca involucran frecuentemente a animales de la selva Amazónica, incluso cuando personas provenientes de otros continentes ingieren el áspero brebaje. Las historias de encuentros con anacondas de la longitud de los ríos y con anguilas eléctricas que encienden el cielo nocturno son elementos clásicos de la experiencia con el yagé. Heinz Kusel, un comerciante que vive entre los nativos de Chama en el nororiente del Perú relató que un indio le dijo una vez que al beber ayahuasca, él tenía visiones bonitas y que luego "se puso las manos sobre los ojos por temor a que alguien intentara robarle sus visiones"

Las guerras de las drogas en el Nuevo Mundo

En realidad, Hubo un tiempo en que la gente intentó robar las visiones a los nativos. Desde que los invasores europeos llegaron al Nuevo Mundo hace mas de 500 años, desdeñaron y demonizaron el ayahuasca y a otras substancias alucinógenas usadas por los indígenas en sus rituales curativos.

El conocimiento occidental de las ceremonias con yagé fue registrado por primera vez en el siglo XVII por misioneros Jesuitas que condenaron el uso de "pociones" diabólicas preparadas a partir de las lianas de la selva. El esfuerzo cruel por erradicar tales practicas entre los habitantes colonizados de América fue parte de un esfuerzo imperialista por imponer un nuevo orden social que estigmatizó el uso de ayahuasca como una forma de rendir culto al diablo o a la posesión espiritual maléfica. Pero la ingestión de yagé con propósitos religiosos y medicinales continuó, a pesar de las campañas genocidas de los conquistadores.

No fue sino hasta los años treinta que Richard Evans Schultes, director del Museo Botánico de Universidad de Harvard, realizó un análisis científico de la compleja etno-botánica del yagé y de muchas otras plantas psicoactivas de la Amazonía. Por este tiempo, el uso chamanico del ayahuasca se había extendido desde las áreas de la selva remota hacia los centros urbanos suramericanos dónde los curanderos mestizos agregaron una glosa cristiana a las ceremonias indias arcaicas. Varias iglesias brasileñas empezaron a administrar el ayahuasca como un sacramento en una fusión sincrética de catolicismo y chamanismo.

Los dos movimientos religiosos mas grandes - El Santo Daime y Uniao do Vegetal utilizaron yagé en sus servicios religiosos sin la interferencia del gobierno brasileño hasta mediados de los años ochenta, cuando las autoridades americanas presionaron el Concejo Federal de narcóticos de Brasil para ubicar a la planta Banisteriopsis Caapi en una lista de substancias controladas. Las iglesias del Ayahuasca protestaron y un comité gubernamental fue establecido para investigar el asunto. Después de examinar y comprobar el uso que estas iglesias hacían del yagé, los miembros de este comité recomendaron que la prohibición sea levantada. El gobierno brasileño actuó según esta recomendación y legalizó el uso sacramental del yagé en 1987, a pesar del desacuerdo de la embajada americana.

El resurgimiento del chamanismo

El resurgimiento de los rituales chamánicos encontró una tierra fecunda particularmente en áreas dónde los adinerados dueños de las plantaciones y de las corporaciones multinacionales habían desplazado a los campesinos de sus tierras. Para estas personas pobres y desesperadas, el ayahuasca fue un legado que los ayudó a hacer frente a la expansión de la economía del mercado en estos lugares. De la misma manera que su sociedad de subsistencia se recomponía, así también lo hizo su sentido de salud y bienestar. Por consiguiente, un número creciente de individuos mentalmente enfermos y de asalariados desarraigados buscó a los curanderos quienes fueron forzados a realizar un nuevo papel. Además de curar el enfermo y comunicarse con el mundo espiritual, muchos curanderos empezaron a usar el ayahuasca para mediar en los conflictos de clase, tal como un curandero del Putumayo le dijo al antropólogo Taussig, " yo he enseñado la revolución a la gente a través de mi trabajo con las plantas."

Entre mas se inmiscuía el gran capital en las tierras de los indígenas, mas grande era el resurgimiento de chamanismo, sostiene Taussig. Y en otro giro irónico de la globalización, la sagrada bebida del Amazonas emprendió su camino hacia Europa y los Estados Unidos, poniendo nerviosas a las autoridades anti-narcóticos.

La religión del Santo Daime ha echado raíces en Hawai y el Área de la Bahía de San Francisco dónde se sostienen sesiones de yagé en secreto. Esta iglesia del ayahuasca también tiene ramas en otros países, incluso Gran Bretaña, Bélgica, Francia, Alemania, España, Países Bajos, la República Checa y Japón.

En octubre de 1999, sucesivas redadas policiales apuntaron hacia los miembros del Santo Daime en Ámsterdam, París, Marsella y Alemania. Las medidas de fuerza incitaron a movilizarse a los representantes de la iglesia a lo largo de Europa. Ellos están buscando el reconocimiento oficial de su religión y quieren la legalización del uso sacramental del ayahuasca.

Como es de esperarse, las autoridades americanas para el control de los narcóticos se oponen a levantar la prohibición contra el yagé, a pesar de que algunos estudios médicos peruanos indican que el ayahuasca puede ser una ayuda eficaz para el tratamiento de la adicción a la cocaína. El hecho de que el yagé tenga un sabor tan horrible -al punto de que algunas personas no pueden ni siquiera tragarlo - proporciona una defensa adicional contra aquellos que pretendieran usarlo como droga recreativa.

¿Quién es el dueño del yagé?

En los recientes años, la industria farmacéutica americana parece haber desarrollado un interés comercial en el ayahuasca. Loren Miller de la Corporación Internacional de Plantas Medicinales intentó obtener una patente del Banisteriopsis Caapi que le habría dado derechos exclusivos para desarrollar y vender nuevas variedades. Miller había arrancado una planta de yagé del jardín de una familia ecuatoriana sin pedir el permiso, volvió a prisa a los Estados Unidos con la planta y luego solicitó la Patente americana, en la oficina para el registro de una marca.

Al conocer lo ocurrido, el Comité Coordinador de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, con base en la Republica del Ecuador denunció a Miller y a su compañía como "enemigos de los pueblos indígenas" y proclamó que no eran bienvenidos en los territorios indígenas. Debido a este escándalo, el gobierno ecuatoriano se negó a firmar un acuerdo bilateral sobre derechos de propiedad intelectual con los Estados Unidos en 1996, qué habría hecho que la ley de patente americana sea aplicable en Ecuador. Washington respondió amenazando a Ecuador con sanciones económicas.

La solicitud de la patente por parte de la Señora Miller fue finalmente rechazada por el gobierno americano. Pero si en algún momento su compañía logra producir una versión sintética de yagé, entonces podría concedérsele una patente. Aun mas, el Senado americano se ha negado a ratificar la Convención de la Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica que reconoce los derechos de propiedad de los indígenas. Más de 100 países han firmado este tratado, incluso Ecuador.

Mientras las corporaciones americanas buscan saquear los tesoros naturales de la Amazonía, la destrucción de la selva continúa a un paso acelerado. Yo siento un gran dolor cuando se queman los árboles, cuando el bosque se destruye, - explica el pintor peruano Pablo Cesar Amaringo- Siento dolor porque sé que los seres humanos están haciendo algo muy equivocado. Cuando uno toma ayahuasca, a veces puede oír cómo los árboles lloran cuando van a ser derribados. Ellos saben de antemano y lloran. Y los espíritus tienen que ir a otros lugares, porque su parte física, su casa, es destruida"
Textos consultados:
Wade Davis, One River: Explorations and Discoveries in the Amazon RainForest (New York: Touchstone, 1997).

Ralph Metzner, ed., Ayahuasca: Human Consciousness and the Spirits of Nature(New York: Thunder's Mouth, 1999).

Jeremy Narby, The Cosmic Serpent: DNA and the Origins of Knowledge (NewYork: J.P. Tarcher, 1999).

Michael Taussig, Shamanism, Colonialism, and the Wild Man: A Study in Terror and Healing (Chicago: University of Chicago Press, 1991).
William Burroughs and Allen Ginsberg, The Yage Letters (San Francisco: CityLights, 1963).


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Martin A. Lee es el autor de: Sueños Ácidos y La Bestia despierta otra vez, un libro sobre el neofascismo. El presente articulo fue publicado inicialmente en San Francisco Bay Guardian, en Febrero 19, del 2001. Se puede leer en: http://www.sfbg.com/reality/17.html

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