Ayahuasca y Cáncer: Un testimonio de curación

Por: Donald M. Topping, .D. Traducción de Helmer Hernández Rosales.

Tomado de: The Bulletin of the Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies. MAPS - Volume 8 Number 3 Autumn 1998 -pp. 22-26.

Después de ser diagnosticado con cáncer de hígado, el autor fue advertido por los oncólogos que sus oportunidades de sobre vivencia eran mínimas. Entonces acudió al yagé por una segunda opinión.

Hace un año no pensaba que estaría escribiendo acerca de dos asuntos que generalmente son considerados tabúes. Uno de éstos es el cáncer. Nosotros evitamos mencionar el cáncer porque revela nuestros miedos a la muerte y al dolor. Cuando se rumora que un compañero de la oficina tiene cáncer, este es visto de una manera diferente, evitamos el tema, o hablamos en voz baja sobre él. Quisiéramos que no existiera.

Por razones completamente diferentes, el Ayahuasca se menciona en voz baja. La DEA - el gran árbitro de todos los químicos en América - es responsable por este tabú y ha clasificado al DMT, uno de sus constituyentes, como Fármaco de Clase I, convirtiéndolo en ilegal y casi inalcanzable para la investigación espiritual, medica, sicológica y neurocientífica. Como en el caso del cáncer, también tendemos a hablar del yagé en susurros.

Ahora que disfruto de los privilegios de una persona recientemente jubilada, y de ser amigo del cáncer y el yagé o ayahuasca, puedo hablar libremente de los dos. Menciono la palabra "amigo" porque ésa es la manera como veo la relación que ahora tengo con ambos.

Probablemente mi relación directa con el cáncer empezó con mi nacimiento hace sesenta y ocho años cuando llegué al mundo con una estructura genética determinada, en parte, por los miembros familiares de generaciones anteriores, quienes habían muerto de cáncer colo-rectal metastático. Si hay alguna validez para la teoría de predisposición genética, yo estaba directamente en la línea para una experiencia de primera mano con las células que tienden a formar los tumores de una manera frenética.

El diagnóstico

Y eso precisamente fue lo que me pasó hace diez años cuando me diagnosticaron cáncer de colon. Como me sentía bien, tuve dudas sobre la exactitud del diagnóstico y solicité ver la biopsia en compañía de un patólogo. Efectivamente, con la ayuda de un microscopio, vi con mis propios ojos las pequeñas células, apiñadas como gotas de barro rojizo.

¿Cómo pasó eso? Me pregunté. La intervención quirúrgica inmediata fue la orden. Yo me negué y decidí experimentar con la medicina natural. El cirujano y yo acordamos un itinerario durante cuatro meses durante los cuales seguí un régimen de naturopatía: micro-dosis de varias substancias, dieta vegetariana, visualización, descanso suficiente y ejercicio. Después de este período, la segunda biopsia no reveló ninguna célula cancerigena. Yo estaba alborozado; el cirujano estaba desconcertado y sugirió otra biopsia en dos semanas, lo cual acepté. Entonces el descubrió un poco más de tejido con células cancerígenas y me convenció que debía operarme. Lo hice, y cinco años después se dijo que yo había sido "curado" a través de las maravillas de cirugía.

Recaída

Todo iba bien hasta septiembre de 1996, cuando un examen físico rutinario reveló que mi cuenta de CEA- un indicador de actividad carcinogénica – estaba alta. Otro análisis de sangre mostró brevemente después de esto que la cuenta de CEA subía rápidamente. Posteriores exámenes revelaron dos sombras oscuras de apariencia sospechosa en el lóbulo derecho de mi hígado. Una biopsia se realizó pronto en el tejido extraído del área sombreada. El veredicto del patólogo fue Cáncer. Habiendo perdido a un abuelo y a un padre por causa del cáncer metastático de hígado yo estaba tremendamente preocupado por este nuevo desarrollo. ¿Qué hacer?

Una consulta preliminar con uno de los oncólogos determinó que la cirugía podría ser una posibilidad, siempre que no hubiera ningún otro tumor en mis órganos vitales o glándulas linfáticas. Eso significó exámenes extensos.

Pronostico

Mientras esperaba los resultados, fui a la biblioteca médica de la Universidad de Hawai para hacer alguna investigación sobre cáncer de hígado. Me remití a la "Biblia" de la oncología, un tomo de dos volúmenes titulado Cáncer: Los principios y Prácticas de Oncología (1989), editado por Vincent T. DeVita, Jr. Me dirigí a la Sección 3: El " tratamiento del Cáncer metastático del Hígado, " por John E. Niederhuber y William D. Ensminger. El párrafo inicial tenía las siguientes palabras alentadoras: "La propagación de las células malignas de un tumor primario en el hígado y su crecimiento allí dentro conduce a una grave prognosis para el paciente. Mientras estos tumores de hígado meta-estáticos pueden ser la primera evidencia de la progresión del cáncer de un paciente, y a menudo - sobre todo en el cáncer del colorectal – son los únicos tumores descubiertos, ellos casi siempre indican la diseminación extendida de la enfermedad. A pesar de los avances en el descubrimiento temprano de la metástasis del hígado, el desarrollo de nueva droga, las técnicas quirúrgicas mejoradas para la resección, y las terapias innovadoras, la mayoría de los pacientes no sobrevivirán." (Pág. 2201) El resto del capítulo se consagraba a sostener esa prognosis triste. En una palabra, el futuro parecía bastante sombrío. Entonces empecé a buscar información sobre las terapias alternativas.

Buscando una alternativa

En primer lugar me dirigí donde el Dr. Andrew Weil quien me recomendó lo siguiente: 1) Hágase quitar el tumor quirúrgicamente si es posible; 2) Empiece tomando micro-dosis del extracto del hongo maitake; 3) lea el libro de Michael Lerner, las Opciones para sanar. Esperando respuesta a los pedidos por correo de maitake y del libro de Lerner, tuve otras consultas con los cirujanos que no eran precisamente alentadoras.

Me dijeron que mis oportunidades de supervivencia eran alrededor de 25-30%. Otro lo puso por debajo del 15%, si se tiene en cuenta los riesgos del mismo procedimiento quirúrgico. Tal parecía que ellos también habían leído la Biblia del cáncer de Vito. Además me advirtieron que en caso de que la cirugía fuera posible, yo debía continuar el tratamiento con una quimioterapia intensa de un año para exterminar cualquier célula cancerosa restante (junto con la mayoría de células saludables) que sin duda podía haber quedado flotando en mi torrente sanguíneo.

Cuando el libro de Lerner llegó por correo, yo me senté y leí tan rápidamente como fue posible sus 621 páginas fascinantes. Al mismo tiempo, empecé tomando el extracto del hongo maitake, y a prepararse físicamente y mentalmente para la cirugía y el tratamiento siguiente. Durante este período descubrí más literatura sobre las terapias alternativas, incluso Essiac, dietas macrobióticas, reiki y enemas de café todos de los cuales ofrecieron mas esperanza que la Biblia del oncólogo.

La cirugía

El cirujano (apropiadamente llamado Dr. Payne) quitó la mitad derecha de mi hígado el 26 de noviembre de 1996. Durante los siguientes cinco días fui conectado a varios catéteres uno de los cuales ponía morfina directamente en mi espina.

No fue hasta mi salida del hospital que comprendí cuando habia sido agredido mi cuerpo, no sólo por el cuchillo del cirujano, sino por una mezcla de drogas que son parte del arsenal de la agresiva cirugía. La idea de otra agresión por la quimioterapia era aterradora.

En algun moeno, durante el período de recuperación dolorosa de la operación, recordé haber leído algo, en alguna parte sobre las propiedades curativas de ayahuasca. no lo tuve en cuenta en el momento, puesto que parecía improbable que yo iría a la Amazonas, y no estaba interesado particularmente en una experiencia psicodélica. Además, requería reposo para mi mente que todavía estaba convaleciente de las heridas físicas y psíquicas de la cirugía mayor cuyo resultado era dudoso.

Tres semanas después de la cirugía, fui a mi cita con el oncólogo quien propuso empezar inmediatamente el tratamiento de la quimioterapia. Cuando yo le dije que había decidido no hacerlo, porque yo no creía que el ataque extenso a mi cuerpo sería beneficioso, él parecía ofendido, quizás incluso dijo algunos insultos. Cuando le conté mi plan para seguir un programa de terapias alternativas, él se rió disimuladamente, pero me deseó suerte.

A principios de abril oí hablar de un grupo que usaba el ayahuasca en la Isla Grande de Hawai. Empecé a hacer preguntas que me llevaron a un hombre joven que había estado con el grupo en varias experiencias o " trabajos" como son llamados en la Iglesia del Santo Daime Daime de Brasil.

Nos reunimos en mi casa durante una tarde. El habló sin parar durante más de tres horas sobre el sacramento y sus propiedades curativas psíquicas y físicas. Me sentí fascinado cuando al escucharlo y concluí que debía encontrar una manera de vivir esta experiencia, para darme cuenta por mis propios medios si las historias que yo había leído y había oído era verdad. ¿Ésta realmente podría ser una experiencia curativa, o era sólo otro viaje psicodélico?

Unas semanas después supe que habría unos "trabajos" en la Isla Grande, y que yo podía participar en el grupo. Acepté inmediatamente aunque yo todavía estaba en una condición débil debido a la cirugía. Esto parecía ser mi introducción al ayahuasca.

El grupo se encontró al atardecer en una loma aislada dónde un devoto del Santo Daime había construido una casa, consistente en un cuarto hexagonal grande con tres o cuatro alcobas. (Yo aprendí después que el hexágono es un símbolo importante dentro del Santo Daime.) Aproximadamente sesenta personas de Hawaii se habían reunido para el evento, la mayoría lo había hecho antes. Nosotros estábamos todos vestidos en blanco (como era el requisito), y cuando llegó el momento de empezar tomamos nuestros sitios en sillas que se habían colocado en dos semicírculos que se enfrentan, los hombres en un lado y las mujeres en el otro.

En ese momento empecé a comprender, para mi frustración, que estaba en una experiencia de grupo muy estructurada, nada lo que yo me había anticipado a partir de mi lectura limitada sobre la manera tradicional como el ayahuasca se usa tradicionalmente en la Amazonia. No obstante, entré en la experiencia con esperanza y aprehensión. El dolor residual de la cirugía era un recordatorio constante de la razón por la cual yo estaba allí.

No describiré los rituales del Santo Daime que observé durante las dos noches sucesivas de los "trabajos", más bien, me enfocaré en mi propia experiencia para la cual, yo no estaba preparado. Mi único marco de referencia era las experiencias limitadas con LSD, hongos y mezcalina durante los años sesenta y ninguna estaba asociada a la curación. Yo quería descubrir que tenia el ayahuasca que condujo a las aseveraciones sobres su capacidad de sanar y enseñar.

La primera sesión

Después de algunos rituales litúrgicos preliminares, nos alineamos para recibir nuestra primera taza de ayahuasca justo después de la puesta del sol. Una segunda dosis se dio aproximadamente dos horas y media después. A los veinte minutos empecé a sentir algo así como un efecto que parecía un poco familiar recorriendo todo mi cuerpo. Eché una mirada alrededor del cuarto, y noté que otros estaban haciendo lo mismo, mientras se movían en sus sillas e intentaban cantar las versiones litúrgicas de los ícaros en portugués. A esta altura, empecé a preguntarse si yo había tomado la decisión correcta. Entonces, de repente, la planta me atrapó y me llevó a través de un viaje prolongado hacia otra realidad, un viaje para el cual yo no estaba totalmente preparado.

Cuando intento describir mi experiencia con el ayahuasca a otros que conocen algo el sicodélicos, les digo que el LSD y los hongos distorsionan y proporcionan nuevas formas de la realidad con la que se esta familiarizado; el ayahuasca lo conduce a una realidad que usted nunca antes ha visto, ni ha imaginado. Cuando cerré mis ojos, las imágenes -si pueden llamarse– empezaron a correr a una velocidad creciente ante mí. Los remolinos de colores, formas, texturas y sonidos simplemente me avasallaron al punto que me quedé inmóvil. Como muchos otros antes que mi, sin duda, me asusté un poco. ¿ Para que yo había permitido esto? Cuando abrí mis ojos la fantasmagoría de formas desapareció, y me vi en el mismo cuarto con los otros, todos vestidos de blanco, la mayoría de quien estaba moviendo sus labios con las canciones que cantaban los brasileños del Santo Daime. Cerré mis ojos de nuevo, e inmediatamente las imágenes volvieron a surgir con intensidad, parecían estar intentando entrar en los escondrijos más profundos de mi cuerpo y alma. Yo pensé: “eh, esto no es muy divertido”. Después de este período de desorientación inicial, pude recobrar mi enfoque en lo que inicialmente me trajo aquí.

Yo era un hombre condenado. Los oncólogos y su Biblia me dijeron que mis oportunidades de supervivencia eran limitadas. Yo había venido al ayahuasca para una segunda opinión. Entonces empecé a dejarme llevar y a permitir que la planta haga su trabajo.

Ahí fue cuando empecé a captar la primera vislumbre del mundo increíble y abrumador del ayahuasca. No había ninguna vuelta atrás ahora. No había nada que hacer ahora sino permitir que ocurriera.

Las visiones de Ayahuasca

Al igual que otras personas han relatado, vi plantas, serpientes, pájaros y animales parecidos a jaguares que volaban, se arremolinaban, se contorsionaban y corrían casi a la velocidad de la luz a lo largo de todo mi sistema, como si estuvieran explorando un nuevo hábitat.

Al principio, ellos no me prestaron atención, aunque intenté retenerlos bastante tiempo para tener una aproximación más íntima. Al rato, sin embargo, uno de ellos corrió hacia a mí, se detuvo momentáneamente, luego se apresuró como sí tuviera un asunto urgente en alguna otra parte. Después otro se aproximó a mi cara e hizo lo mismo.

No había tiempo para algún tipo de comunicación entre mi y las cosas que yo estaba viendo. Era como si ellos quisieran hacer un inventario completo de quién yo era y qué está pasando dentro de mí antes de que ellos estuvieran listos para hablar. Después de un rato (uno pierde la noción del tiempo con el ayahuasca) las figuras o visiones empezaron a reducir la velocidad y a perder un poco de intensidad.

Yo estaba bajando, contra mi voluntad. Mis preguntas – cualquiera que fueran - no se había contestado todavía. En ese momento, el líder de Daime hizo una señal para alinearse para la segunda dosis de la bebida. Innecesario decir, entre el grupo de sesenta personas habia muchos que se estaban purgando a través del vomito; yo no estaba todavía entre ellos. Cuando la segunda ola se apoderó de mí, yo me sentía mucho más relajado y preparado para hablar con los animales si sólo ellos hablaban conmigo. Como en una pista, las figuras veloces empiezan a detenerse, me miran y sonríen antes de lanzarse de nuevo en su mundo. Entonces, de repente, vi un profundo vació negro. Nada más que oscuridad quedó en el lugar. Todo las luces, colores y formas desaparecieron mientras la oscuridad me cubría. Me di cuenta que era la muerte anunciándose. Parecía estar diciendo:" Sí, yo también estoy aquí, soy parte del sistema; pero no soy tan mala, entonces no tengas miedo"

En poco tiempo, la oscuridad empezó a desvanecerse lentamente a medida que el frenesí calidoscópico volvía, hasta que la bebida y yo estuvimos exhaustos y y yo regresé a la casa de mi amigo para un sueño prolongado pero intermitente.

La segunda sesión

El grupo de sesenta personas se reunió otra vez la tarde siguiente para un segundo"trabajo" al cual me incorporé con mucho menos agitación, esperando un poco de más entendimiento través de la planta. Ésa demostró ser una esperanza falsa, probablemente porque la planta no tenía nada más que decirme. Sin embargo, durante el segundo viaje sentía otra vez la presencia de la planta que recorría mi cuerpo, asomándose y escarbando en cada rincón y grieta en la búsqueda de algo en que trabajar, corregir, poner en orden, pulir.

Había una presencia definida, con formas, colores y sonidos similares. Pero, a diferencia de la primera vez, no había mensaje que pudiera discernir. La planta estaba ocupada haciendo su trabajo. Varios meses pasaron antes de mi experiencia siguiente con ayahuasca. Entre tanto, había continuado con mi dieta vegetariana y hierbas chinas. Recuperaba gradualmente el peso y la fuerza, mientras que las cicatrices y el dolor de la cirugía curaban lentamente. Deseé visitar la planta otra vez para ver si tenía alguna cosa nueva que decirme y para determinar si mi primera experiencia era ilusoria.

Tercera sesión

Para mi buena fortuna, conocí a una persona que había estudiado el ayahuasca en Perú, aprendiendo de los chamanes. Cuando le dije lo que buscaba, él acordó conducirme a través de una sesión junto con otras cuatro personas más.

Esta vez el escenario y el procedimiento eran enteramente diferentes al Santo Daime. Después de bañarnos en el agua azul del océano, conducimos hasta el extremo de un camino de la montaña, dejamos nuestro coche, y caminamos a un sitio aislado, una meseta pequeña en las montañas de Waíanae de Óahu, engullidas en follaje exuberante con una vista despejada del Océano Pacífico en dos direcciones. Se llama la colina Pupukea. El escenario en sí mismo era una invitación para que los espíritus acudieran. Nuestro grupo era pequeño, y todos habíamos aprendido el respecto por la planta y sus poderes. Llegamos a nuestro sitio para acomodarnos antes de que la noche sin luna cayera.

A la luz de la vela practicamos la respiración profunda y la relajación en la preparación para tomar el brebaje. La ceremonia incluía soplos de humo de tabaco sobre el brebaje. Cada uno tomamos una porción de ayahuasca. Inmediatamente después, nuestro líder apagó las velas, insistiéndonos que " recuerden, la planta sabe lo que está haciendo."

El aislamiento, el silencio y la oscuridad eran impresionantes. Me coloqué confortablemente en el piso, mi espalda contra un tronco de un árbol inmenso. Me sentía muy tranquilo y relajado, cerré los ojos y esperé que la planta empezara a trabajar. Una vez, después de quince minutos comencé a notar el efecto familiar de la ondulación. Esta vez, sin embargo, la ondulación rápidamente se tornó en verdadera turbulencia.

La planta estaba sin ataduras y corría apresuradamente alrededor explorando su nuevo ambiente. Sentía como si un animal enjaulado se liberaba dentro de mí, y tenía la oportunidad de su vida.

A medida que las imágenes y las formas comenzaron a aparecer, tenían una sensación de alegría y de exuberancia. Las serpientes sonreían, los jaguares reían y los pájaros gigantes bajaban en picada sobre mí acariciándome con sus alas alargadas.

Un desfile de las personas, conocidas y desconocidas, pasaba; cada uno de ellos sonreía y trataban de tocarme y decirme con la mirada que me amaban. Cuando las serpientes y plantan giraban y centelleaban ante mí, parecían estar sonrientes y me aseguraban que habían mirado por todas partes dentro de mí, y que todo estaba bien. Mientras continuó la noche, este ciclo siguió. Las imágenes venían directamente hacia mí a una velocidad vertiginosa sonriendo y riendo, entonces giraban hacia otro viaje por todo mi sistema. Me escuché reírme entre dientes suavemente bajo el cielo iluminado por las estrellas. ¿Dónde estaba la oscuridad que había experimentado antes? ¿Dónde estaba la señora muerte, me preguntaba? Entonces repentinamente, como si la planta escuchara mi pregunta, vi el vacío. Solamente esta vez estaba claramente en el fondo. Parecía mirar furtivamente a través del montaje de colores y formas vibrantes, como si dijera" todavía estoy aquí, no se preocupen. Todavía no es la hora para mí". Y entonces se desvaneció. Vi las imágenes volviéndose lentas gradualmente y desvaneciéndose, casi a regañadientes. Seguro que tuvimos un buen tiempo juntos esa noche.

Cuarta sesión

Cerca de un mes después de aquella noche memorable, volví a visitar las colinas de Pupukea para otra sesión, esta vez con un grupo distinto de seis personas. Fui preparado para una repetición de la experiencia, otra exploración emocionante y el reaseguramiento de la planta. Pero, ése no podía ser. Esta vez llovía, lo cual restringió nuestro espacio bajo una tienda improvisada.

Una vez más seguimos los procedimientos de la vez anterior, respirando, relajándonos y tomando el ayahuasca ceremoniosamente. Me recosté y esperé que la planta hiciera su trabajo. Esta vez el inicio fue mucho más gradual, y nunca alcanzó la intensidad del viaje anterior. Las imágenes estaban allí: pájaros, serpientes, plantas, gente. Pero, eran mucho menos enérgicos, casi enfermizos. Ellos parecían decirme "hemos transitado esta ruta, y le dijimos lo que encontramos. Intentemos algo nuevo". Puesto que había incorporado la experiencia con una agenda fija, la planta reaccionó como si estuviera limitada.

Ahora me doy cuenta que fue un error no confiar en la planta para tomar el camino. Si el ayahuasca pudiera hablar en palabras, estoy seguro que me habría dicho que durante ese primer viaje a Pupukea "tome esta energía que le estoy dando, y corra con ella. Póngase de acuerdo con alguno de los animales y vaya a dar un paseo. No hay nada que le impida remontarse a las nuevas alturas de la conciencia y de la vida". Ése fue el mensaje que recibí esa primera noche en las colinas de Pupukea.

El retorno donde el médico.

aproximadamente dos semanas después de la sesión, fui por una cita programada con el oncólogo. Me saludó con gusto, y me indicó los resultados de mi análisis de sangre realizado una semana antes, que mostraba que mi cuenta de CEA - el indicador de actividad del cáncer no era normal. Estaba debajo de lo normal! Cuando me preguntó lo que había estado haciendo para lograr eso, le pregunté si él había oído hablar alguna vez del ayahuasca. Me dio la respuesta que se podría esperar de un médico entrenado en la medicina alopática occidental. Al menos logró explicarle que era una planta medicinal usada por siglos en el Amazonas por los chamanes y curanderos, en ese punto levantó sus cejas, encogió sus hombros, y sin duda pensó: "De donde viene este chiflado?" Él terminó la visita diciendo: "usted es uno de los pocos afortunados". Afortunado? Quizás si.

Pero sostener que mi recuperación fue una cuestión de suerte es no hacer caso a siglos de experiencia de la gente que ha aprendido vivir con las plantas y entenderlas cuando ellas hablan.

Hasta el momento, de mi experiencia he aprendido a respetar y escuchar la planta, así como a aquellos que saben como interactuar en el mundo vegetal. Con más experiencia, espero aprender algo de ese mismo lenguaje. Continuaré curando mi cuerpo y mi espíritu con ayahuasca, y trabajaré para enseñar a otros a respetarlo. Como un profesor experimentado, el asunto de la enseñanza puede ser fácil. En mi papel actual como reformador de política de la droga, haré todos lo posible para liberar esta planta de las restricciones que la DEA le ha puesto de manera tan caprichosa y arrogante. Espero que la gente que lea este artículo se una a este propósito.
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Ayahuasca y cáncer : Una posdata

Por: Donald M. Topping, Ph.D


Después de la publicación de mi artículo Ayahuasca y cáncer: Un testimonio de curación, recibí varias cartas, correos electrónicos y llamadas telefónicas de personas interesadas, algunas con cáncer y otros curiosos. La respuesta me tomó por sorpresa, y me suscitó otros pensamientos sobre lo que creo esta sucediendo conmigo y el papel del ayahuasca.

Antes de compartir estos pensamientos, necesito afirmar muy claramente que no estoy proponiendo el ayahuasca como una curación milagrosa para el cáncer o cualquier cosa. Estoy narrando simplemente mi propia historia y mi conciencia de lo qué está sucediendo conmigo. A este punto de nuestra experiencia y conocimiento, mi historia es mejor tomarla como otra anécdota en el conjunto cada vez mayor del conocimiento del bejuco.

Primero que todo, permítanme decir que sigo estando sano y que el cáncer metastático parece haber desaparecido completamente. El diagnostico original fue en septiembre de 1996. Cerca de mi septuagésimo año, puedo decir que nunca me he sentido mejor, aparte de un par de coyunturas dolorosas aquí y allí, de recuerdos de mis días difíciles. La gente comenta con frecuencia sobre que tan sano parezco y me preguntan que estoy haciendo para verme de esa manera. A algunas personas les explico que he cambiado mi dieta (vegetariano), que hago ejercicio regularmente, y que he dejado casi completamente de tomar bebidas alcohólicas y cafeinadas y eso parece satisfacerlas. A otros que pueden entenderme les digo que atribuyo mi salud al ayahuasca. Presumo que la mayoría de los lectores de MAP caen en la segunda categoría, pero probablemente querrán una explicación de cómo trabaja la planta.

Francamente, yo también. A falta de una explicación concreta, intentaré proporcionar mis reflexiones así como discusiones que he tenido con diversos compañeros de viaje.

Varios autores que han escrito sobre el ayahuasca (particularmente Mabit, arboleda y Vega[1 ]) hablan de los tres dominios en los cuales el bejuco parece trabajar: el psicológico, el espiritual y el orgánico. Mi experiencia confirma esta noción, aunque la distinción entre el psicológico y el espiritual no se define tan claramente para mí como aquel entre el espiritual y el orgánico.

Quizás esto se deba a que mi acercamiento único a la experiencia, iniciado por mí en la búsqueda para una restauración de la salud. Sin embargo, las dimensiones psicológicas y espirituales han desempeñado un importante, aunque sutil papel en mi recuperación. Hablaré abreviadamente en cada uno de estas tres áreas tal como las experimenté durante los últimos dos años, pero con un énfasis en el dominio orgánico. Esto no es reducir la importancia de las otras dos áreas, las cuales sin duda juegan roles importantes en mi bienestar.

Los cambios psicológicos

El cambio psicológico más profundo ocurrió en mi cuando encontré a la muerte en la forma de un vacío oscuro, flexible, profundo. El mensaje claro era que la muerte está siempre presente, pero que nada debe temerse. Está allí junto con el resto de fuerzas y de elementos de la naturaleza, nada excepcional. La muerte sucede. La indicación de estos hechos evidentes en palabras suena trivial. Pero cuando el ayahuasca revela tales cosas, el impacto es mucho más intenso. Con la idea en mi mente de la muerte inminente, entrando en mi primera sesión, según lo predicho por mi médico y los datos, era una preocupación importante. El bejuco hizo evidente aquello inmediatamente.

En cuanto a otros impactos psicológicos, incluiría la lección sobre la importancia relativa de las cosas en la vida. Un ejemplo vivo vino durante mi cuarta o quinto sesión cuando vi una galería surtida de relojes de mano y de pared, docenas sino centenares de ellos, moviéndose como en una zona de tiro, con las manecillas girando rápidamente en dirección contraria. Interpreté esto como una referencia a mi preocupación con el tiempo y el temor de que se acabe antes de haber logrado mis metas.

El yagé parecía decir" Esta bien, si eso te causa molestias, hagamos que el tiempo transcurra al revés. " La revelación de que la noción del tiempo es algo que los seres humanos ven como un bien para ser medido, calculado, ahorrado, gastado, vendido, etc., mientras que en la realidad del ayahuasca ninguna de esas cosas importan. Al igual que la muerte, el tiempo está siempre presente. El vivir cada día plenamente significa mucho más que la realización.

Otros, incluyendo algunos drogadictos, han señalado los impactos psicológicos que han resultado de la ingestión del bejuco, tal como abandonar el ego mientras permiten que la luz ilumine las esquinas oscuras de la psiquis y enfrentan el demonio interior. Algunos han señalado esto como experiencia difícil. Aunque no he tenido este tipo de encuentro psíquico, creo que entiendo el proceso. No hay lugar para el ego o el control al interactuar con el ayahuasca. No hay rincones oscuros en los cuales los demonios puedan ocultarse de la exploración del bejuco.

El campo espiritual

Los aspectos espirituales de mis experiencias con ayahuasca son aún más difíciles de describir y de definir. No habiendo sido una persona espiritual desde mi temprano desencanto con el cristianismo, no tenía ninguna expectativas. Mi misión era la restauración de mi salud física, que creí ingenuamente podía existir independientemente de mi espiritualidad. El ayahuasca me persuadió que era incorrecto. ¿Cómo ocurrió esto?

Durante las visiones inducidas con el ayahuasca, veo y oigo algunas cosas asombrosas que han cambiado mis opiniones y comprensión de las fuerzas que actúan en mi universo.

Las plantas se transformaban en animales, y viceversa. Las ondas de luces multicolores se dividían en cintas de energía giratorias y ondulantes, ocasionalmente asemejándose a las criaturas serpentinas, cambiando de forma vegetal a la forma animal y de animal a vegetal, todo el tiempo emitiendo sonidos que solamente puedo describir como secuencia rápida de chirridos agudos, un poco como los sonidos que emiten los delfines pero en tono diferente.

En las sombras oscuras del bosque en la noche, las plantas se volvieron rotundamente vivas, latiendo suavemente y acercándose a mí como si fueran a juntarse. Aunque nada sugería la presencia de una deidad, percibí la presencia inequívoca de una fuerza que impregnaba la experiencia entera, conectando mi cuerpo con mi ser interior y con mis alrededores: las plantas, el aire, las estrellas y más allá.

Serpentinas

En una ocasión intenté seguir las onduladas cintas queriendo ver que tan lejos me conducirían en la oscuridad infinita. Me elevé hacia arriba, como si estuviera a bordo de la cola de un cometa, hasta que las cintas se fraccionaron, formando arcos que cambiaron de dirección en una trayectoria que las llevaría nuevamente a comenzar el ciclo otra vez. Comencé a ver esto como la fuerza de energía que une todo, la fuerza de la vida, o el espíritu, de la vida y de la muerte, el pasado, el presente y el futuro.

Sin embargo, es en el nivel orgánico que mi experiencia ha sido más fácil de percibir y de definir. Quizás esto es porque comencé mi relación con la planta por razones orgánicas: estaba buscando la restauración de mi salud y protección contra otras distorsiones de mi estructura celular.

El nivel orgánico

Mi visión del cáncer, aunque poco científica, viene en gran parte de haber visto mis propias células cancerosas bajo un microscopio electrónico en la compañía de un patólogo, y de las “visiones” percibidas durante las sesiones con el ayahuasca.

Muy claramente vi que pequeños grupos de mis células se habían apiñado, como si se amontonaran para abrigarse o por miedo. ¿Por qué habían hecho esto? Ese es el gran misterio del cáncer. Puede describirse como un caso de desorientación celular, células que se han salido de su curso, no por causa de alguna bacteria invasora proveniente de afuera, sino por algo existente dentro de ellas.

Igualmente poco científica es mi opinión de lo que necesité para corregir esta deformidad celular y prevenir su reaparición. Solamente puedo decir que necesitaba una reorganización celular y una corrección del sistema de comunicación electro-química que las entrelaza a través de las funciones complejas y desconocidas del ADN, el sistema de comunicación fundamental de los organismos vivos.

No puedo explicar exactamente cómo he llegado a esta conclusión. No tengo ningún fundamento científico y apenas empiezo a conocer los fundamentos de los sistemas neurotransmisores la química básica y de la literatura enteogénica. Podía demostrarse que mi poco conocimiento es algo peligroso, como dijo alguna vez el Papa Alejandro. No obstante, he formulado una hipótesis rudimentaria que procuraré explicar.

Lo que el ayahuasca hace orgánicamente es restablecer el orden y hacer una reestructuración. Pule los bordes ásperos, ilumina esquinas oscuras, agudiza los sentidos, y, lo más importantemente, examina todo el detritus físico (así como el psíquico) y lo purga. Uno puede compararlo con la calibración de un motor y el cambio de aceite. De ese modo básicamente es como el ayahuasca que actúa en mí mientras enseña a mis células cómo no quedar fuera de servicio otra vez.

Las plantas maestras

la idea de una planta como maestro es tan antigua como el uso mismo del ayahuasca. La mayoría de los occidentales y los científicos en particular encuentran este concepto absurdo porque sugiere que la planta es inteligente, tiene un espíritu y puede comunicarse. Creo que este concepto necesita ser tomado seriamente. Si, como ha sido sugerido por Narby[2 ] y otros, el ADN es el sistema de comunicación de las células, entonces no es descabellado sugerir que el ADN de la planta está hablando con las nuestras después que entra en nuestro sistema electro-químico, enseñándolas sobre balance y la alineación. Al hacer esto, la planta sirve para restablecer la simetría que se requiere para la salud y el bienestar.

No creo que el ayahuasca contenga los productos químicos que destruyen las células del cáncer como lo hacen las quimioterapias. Ésa no es la manera como la planta trabaja. Mas bien, el ayahuasca sirve para restablecer el balance saludable normal de las células al tiempo que localiza y purga las anormales que encuentra en su recorrido a través del cuerpo. Déjeme describir las experiencias que me han conducido a esta conclusión.

En una sesión del ayahuasca quizá diez o quince minutos después de la ingestión, comienzo a sentir una energía oscilando a través de mi cuerpo, que aumenta de intensidad hasta percibir una ondulación.

Estas sensaciones están aparejadas con los puntos de luz que centellean intermitentemente mientras la fuerza de la energía hace su ronda a través de mi cuerpo. Me recuerdan los pequeños puntos de la luz que uno ve en la oficina del optómetra al tomar la prueba para la visión periférica (analizador del campo de visión). Mientras los minutos pasan, esta sensación de la ondulación se vuelve más fuerte, sintiendo como si hubiera desarrollado un vibrador interno que emitiendo ondas de energía. Se siente como la Aurora boreal surgiendo en ondas sucesivas a través de mi cuerpo.

En mi caso, esta etapa de la experiencia continúa por una a dos horas sin mucho cambio antes que comience a tener cualquier visión, lo cual se considera un período de inicio muy prolongado.

Lo que parece que esta ocurriendo es que la planta está haciendo su trabajo orgánico en mi cuerpo. Está explorando cada rincón y cada gruta de todo mi sistema, corriendo velozmente por todas partes para asegurarse que todo está en orden.

Cualquier desorden es corregido y toda la basura se barre para ser llevada a mi basureo visceral para una eventual purga. Para mí, quizás porque estoy buscando la limpieza orgánica, esta fase dura más tiempo que para la mayoría de las otras personas. Con yo que ha tenido cáncer metastático, allí debe haber mucho que limpiar.

Cuando las visiones finalmente comienzan, ellas parecen confirmar mis sensaciones. Entre las primeras cosas que veo están las cintas multicolores de luz transparente que se mueven por si mismas encrespándose, torciéndose en espiral, entrelazándose, adquiriendo alternativamente características de serpientes y de plantas.

A veces parecen ser cintas de luz. Dentro de cada uno de ellas hay un esqueleto negro de doble espiral que parece propulsarlo. La semejanza a los gráficos que he visto el ADN es sorprendente.

A medida que la intensidad y la velocidad de las visiones aumenta, las cintas parecen brotar para arriba de las partes más profundas de mi intestino y de los limites más remotos de mis extremidades, subiendo, remontándose y estallando en duchas brillantes de la luz, como cohetes enormes.

De tiempo en tiempo, veo y siento una corriente emergente poderosa de una masa dorada brillante de energía, surgiendo desde lo profundo de mi ser, culminando en una explosión orgasmica en infinito.

Con tales oleadas de luz siento la limpieza interna, como si e tratara de una especie de rotor cósmico. Interpreto estas visiones (entre muchos otras) como manifestaciones de lo que la planta está haciendo en el nivel orgánico.

Una vez dentro de mí, la planta comienza a hacer su trabajo, buscando esquinas oscuras para iluminar y malformaciones para corregir, comunicándose desde sus células a las mías a través de la cadena química proporcionada por nuestra ADN respectiva. En palabras simples, el ADN del bejuco está hablando con la mía. La semejanza de estas formas visionarias del ADN no esta en mi imaginación.

Las vi mucho tiempo antes de leer a Narby o hice la conexión con el ADN y estaba impresionado con su reaparición constante durante cada experiencia con el ayahuasca. Si uno pudiera ver el ADN en la acción completa probablemente se parecería mucho a lo que he intentado describir.

La importancia de la purga

Quizás el aspecto más importante del trabajo sobre el nivel orgánico es la purgación. Como la mayoría de los demás, el ayahuasca me hace vomitar. A diferencia de los demás, sin embargo, no vomito generalmente hasta que se han desvanecido las visiones, quizá cuatro o más horas después de la ingestión.Una vez más interpreto el vomito tardío de manera similar Al comienzo tardío de las visiones.

eL bejuco necesita mas tiempo para hacer el trabajo de la limpieza general, recolectando el detritus y llevando al recipiente de la basura. Cuando el trabajo de limpieza general se ha terminado, la vid presiona el botón del vómito y la basura es vaciada.

En dos ocasiones he experimentado la diarrea leve, el otro tipo de purga que reportan los ayahuasqueros. No puedo exagerar la importancia de la purgación. Ésta es la manera como el bejuco elimina las tanto las toxinas físicas como psíquicas que no pertenecen a un cuerpo o de una mente sanos. El efecto de la limpieza es manifiesto, inmediatamente y en los días o aún en las semanas subsecuentes. Aunque el acto en sí mismo no es agradable, los efectos persistentes lo hacen valioso.

Me parece que es un rito de purificación. Pero, ¿cómo trabaja? Para validar mi interpretación de cómo el ayahuasca trabaja se requiere una suspensión de toda la creencia previamente aprendidas acerca de las diferencias entre los mundos vegetales y animales. Requiere la aceptación de la idea de que las plantas puedan comunicarse, no solamente entre sí mismos sino con los seres humanos también. Debemos validar la noción de que, como nuestro jefe del grupo dijo una vez "la planta sabe lo que está haciendo". Éstos no son conceptos fáciles para que los occidentales entiendan o acepten.

Aunque, esta es la manera como yo, un escéptico y el pragmático de siempre, considera que la planta hace su trabajo. Y ha trabajado innegablemente bien para mí. ¿Podía ésta ser fantasía pura en mi parte?

¿Podría ser que he construido en mi imaginación un relato en un esfuerzo de explicar mis experiencias? No pienso eso. He procurado proporcionar una descripción exacta de mis experiencias. Y todavía esto y convencido de que relación con el bejuco es en gran parte responsable de mi estado actual de buena salud. Mi experiencia con ayahuasca y el cáncer no es única. Continuo aprendiendo de otras experiencias similares entre personas de diversas partes del mundo. Algunos de éstos han sido reportados en la literatura, otras en forma oral. Hay también muchos de tales reportes para descartarlos como simplemente anecdóticos. Los curanderos del Amazonas han estado utilizando el ayahuasca para propósitos curativos por siglos, durante los cuales vieron obviamente resultados concretos, no necesariamente para el cáncer sino para un conjunto de otras enfermedades. Como con otros médicos de la medicina popular, no persiguen las modalidades del tratamiento que no trabajan.

Llegamos a la pregunta: ¿el ayahuasca realmente cura tal como otros y yo afirmamos? Una cantidad considerable de testimonios sugiere que lo hace. Sin embargo, si los occidentales (en los que me incluyo), encerrados en nuestro anaquel analítico, debemos creer, necesitamos ver estudios controlados en seres humanos con los datos cuidadosamente medidos que se podrían estudiar y evaluar en un protocolo científico. Tal estudio no debe ser difícil de conducir si los obstáculos de la prohibición pueden ser superados. Una forma para hacer esto es conducir el estudio en un país menos represivo. El otro acercamiento es enfrentar a la DEA y desafiarla para prohibir la investigación científica el mundo de plantas enteogenas. Es mi esperanza ferviente que tales estudios avanzarán en el futuro cercano. Hay mucho que aprender de las plantas si solamente podemos quisiéramos escucharlas.

Notas:


1 Takiwasi: El uso del chamanismo amazónico para la rehabilitación de drogadictos" Jaques Mabit, Rosa Grove and Joaquín Vega, in Yearbook of Cross-Cultural Medicine and Psychotherapy, (1995), ed. By Michael Winkelman and Walter Andritzky.

2 Narby, Jeremy (1998) La serpiente cósmica: DNA y los orígenes del conocimiento. New York, Penguin Putnam, Inc.
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Donald M. Topping es profesor Emerito de la Universidad de Hawai, Presidente del Foro de Política sobre la droga. www.drugsense.org/dpfhi

La Inquisición Fármica

Autor:Jonathan Ott

Traducción del ingles de Pedro Tena

La defunción simbólica de la Edad de los enteógenos(1) en la Antigüedad se produjo a finales del siglo IV de nuestra era, cuando, al arrasar el santuario de Eleusis, los godos pusieron punto final a una religión cuyos misterios, que tenían dos mil años de antigüedad, estaban organizados en torno a un rito anual en el que los iniciados o mýstai ingerían el kykeón, una poción enteogénica que les transformaba en epóptai, aquellos que habían visto tá hierá, «lo sagrado»(2). Corno comenta el arqueólogo G.E. Mylonas sobre Eleusis:

Después de que las hordas de Alarico derribaran en el 395 d.c. las murallas del Santuario, estas quedaron reducidas a ruinas para siempre. El Emperador era hora un cristiano que hahía decretado medidas severas contras los cultos mistéricos [...] Una nueva religión controlaba las mentes y actos de los hombres. Los viejos ritos paganos debían acabarse y sus templos debían ser sepultados en sus propios escombros. Así se dijo, y así se hizo.

Este episodio concreto de la historia humana es un símbolo extraordinario de la muerte de la religión antigua y del nacimiento de la Inquisición Farmacrática. Pese a que el culto con enteógenos pervivió en la Antigüedad durante tal vez otro milenio, el fin de los misterios eleusinos había sido su golpe de gracia. La animosidad cristiana hacia los mismos es fácil de explicar puesto que los cristianos promulgaban una religión en la que su misterio esencial, el propio sacramento, brillaba por su ausencia -más tarde transformado mágicamente por los brillos y galas de la doctrina de la Transubstanciación en un engañoso símbolo, una sustancia intrínseca, un enteógeno placebo (3)-, para cualquiera que hubiera conocido el milagro del éxtasis, que hubiera tenido acceso a experiencias religiosas personales, la impostura iba a resultar demasiado evidente. Por consiguiente, se hacía necesario un ataque premeditado al uso de sustancias de ebriedad, convirtiendo en suprema herejía la presunción de tener una experiencia directa de lo divino que no fuese mediada por la cada vez más corrupta y politizada casta sacerdotal. La Inquisición farmacrática era la respuesta de la Iglesia Católica al hecho comprometedor de haber expulsado toda la religión de la religión y haber dejado en su lugar una cáscara vacía y huera sin valor intrínseco ni atractivo para los seres humanos, que sólo podía mantenerse por la intimidación, el tráfico de culpa y el empleo de la fuerza bruta.

Al tiempo que el mundo estaba a punto de sufrir una increíble profusión de pogroms e inquisiciones organizadas y espontaneas a lo largo de los mil años siguientes, justamente llamados Edad del Oscurantismo, -dirigidas en algunos casos contra los vestigios de la filosofía pagana precristiana, y, en otros, contra credos rivales como el judaísmo, el maniqueísmo, el Islam, o contra los primeros indicios de racionalismo y ciencia-, siguió ejerciéndose una permanente y redoblada presión sobre los seguidores de las religiones extáticas y sobre los practicantes de los cultos tradicionales. De este modo, adivinadores, sanadores y parteras, exponentes de las artes chamánicas, fueron enviados a la hoguera junto con judíos, maniqueos, musulmanes, alquimistas, disidentes políticos y epilépticos (u otros cuya conducta inspirase miedo), criminales, brujas, rivales en los negocios y cualesquiera cuya desgracia pudiera servir de chivo expiatorio para los problemas del momento. El jardín embrujado fue sepultado por una fuerza maligna que concebía a los seres humanos como carneros y utilizaba sus cuerpos para alimentar las hogueras de los rituales purificadores (4). En los albores del siglo XVI Europa había sido sometida, el éxtasis chamánico virtualmente extirpado de la memoria de los supervivientes, y la farmacopea chamánica casi olvidada del todo.

Sin embargo, la Edad de los enteógenos estaba aún viva en la Modernidad y los navegantes europeos tuvieron que enfrentarse de repente con su propia herencia pagana, con pueblos que tenían una experiencia directa de lo sagrado a través de la mediación, no de sacerdotes ignorantes, sino de un asombroso repertorio de plantas enteógenas, «maestras naturales», que fumaban, esnifaban, ingerían y tomaban hasta en lavativas (5). En todo ello los eclesiásticos velan con desagrado una preocupante parodia diabólica de su estimada «Santa Comunión», pero no cayeron en la cuenta de que era más bien su propio placebo sacramental lo que era una parodia claramente profana de la comunión que desde tiempos inmemoriales los hombres habían mantenido con las sagradas «maestras naturales»(6). Podríamos datar el principio de la Inquisición farmacrática en la Edad Moderna en 1521, cuando Hernán Cortés, al mando de una patulea de forajidos conquistadores, establece su dominio sobre los aztecas, consumados virtuosos de las artes y las ciencias enteogénicas. Sin embargo, como consecuencia de este cataclismo histórico, al igual que sucede en el concepto chino de yin-yang la semilla de la Reforma enteogénica quedó en barbecho espiritual.

El 19 de junio de 1620, en la ciudad de México, la Inquisición decretó formalmente que el uso de plantas de ebriedad era herético, declarando de un modo no poco preciso que:

El uso de la planta o raiz llamada «peyote» [...] es una actividad supersticiosa y reprobable por atentar contra la pureza y sinceridad de nuestra fe católica. Por consiguiente, declaramos que nadie podrá usar dicha planta llamada peyote, ni ninguna otra de iguales o parecidos efectos [...] advirtiéndosele, que en caso de obrar en contrario, además de incurrir en los delitos v faltas mencionados, podrá ser perseguido y procesado por rebelión o desobediencia o por poner en entredicho la santidad de la fe católica.

Testimonia la sinceridad e integridad de los indios mesoamericanos el hecho de que continuarán su comunión con las alimentos sagrados tradicionales, desafiando así el decreto anterior y arriesgándose a ser objeto de torturas y de espantosas ejecuciones. Durante los siguientes 265 años se incoaron por parte de la inquisición 90 autos de fe por uso del péyotl numerosos autos de fe por uso del teonancatl, el hongo sagrado, y el ololiuhqui, las semillas enteogénicas de la trepadora que, aún más que el péyotl o el teonanácatl, se atrajeron la hostilidad de inquisidores como Hernando Ruiz de Alarcón o Jacinto de la Serna. La Inquisición acabaría perdiendo fuerza y fracasando en su propósito de acabar con el uso de las plantas sacramentales en México, pero consiguió que fuese relegado a las catacumbas. Sin embargo, los misioneros protestantes continuaron la Inquisición farmacrática con inquebrantable celo. Al igual que sus predecesores católicos, ignoraban alegremente la ironía que se ocultaba tras el rito oficial, pues, tal como ha subrayado un misionero, «la participación en el rito del hongo divino suponía problemas potenciales respecto al concepto cristiano de la Última Cena». Y eso es decir poco...

La prohibición contemporánea de drogas enteogénicas y psicoactivas comienza el 1 de marzo de 1915, cuando entró en vigor el HR6282 o Ley Harrison sobre Narcóticos que el Congreso americano aprobó el 14 de diciembre de 1914 y el presidente Wilson firmó tres días más tarde. Aunque tuvo que alterarse incluso la Constitución para prohibir el alcohol, en 1919 el Tribunal Supremo americano apeló a esta ley federal para prohibir los «narcóticos» y reclamar amplios poderes policiales a nivel federal en materia de «drogas peligrosas». La idea ha conseguido incorporarse a la tradición americana, que ha exportado su cruzada antidroga a todo el mundo, y la normativa actualmente en vigor, como la Ley Nacional 91-513 o el Plan General de Prevención y Control del Uso Indebido de Drogas, proporciona el marco legislativo para una fácil prohibición de cualquier sustancia que el gobierno desee añadir a sus "proyectos". Hasta tal punto esto es así que el control gubernamental defendido por la Iey Nacional 99-570, la Ley de Control de Sustancias Análogas, de 1986, penetra audazmente en áreas de la investigación que jamás habría soñado fiscalizar ninguna dictadura nacional-socialista, comunista de cualquier otro signo, pues declara presumiblemente ilegal «cualquier investigación realizada con drogas», a no ser que sea aprobada explícitamente por el Gobierno federal. La situación ha degenerado hasta tal punto que el ultimo juez federal, J.G. Burciaga, en su Fallo en contra del Gobierno de los Estados Unidos durante un caso penal relativo a la legislación sobre drogas, declaró:

El ya maltratado derecho a no ser objeto de registros injustificados, sancionado por la Cuarta Enmienda, el hoy día precario derecho contra la privación de libertad o la confesión de culpabilidad sin el debido proceso, que consagra la Quinta Enmienda, han sido atropellados durante el curso de esta 'guerra contra las drogas". Hoy la 'guerra' coloca en su punto de mira a uno de nuestros derechos fundamentales más básicos: el derecho, consagrado en la Primera Enmienda de la Constitución, a profesar la propia religión (7).

Pese a que el origen de la avalancha legislativa antidroga en Estados Unidos estaba relacionado con una cuestión de luchas imperialistas por el dominio mundial, sin mencionar otras motivaciones económicas y racistas, su triunfo coincide con la corriente de celo reformista que proclamaban las minorías religiosas fundamentalistas intolerantes. No obstante, como ha observado sagazmente Justice Burciaga, la prohibición contemporánea sobre drogas, camuflada bajo el rótulo de «Leyes que regulan la Salud Pública» referidas a «delitos contra la Salud Pública», no es sino la expresión moderna de la milenaria Inquisición farmacrática bajo un disfraz de ambages seculares.

No debemos perder de vista el hecho de que, al igual que el decreto de la Inquisición española en México en 1620, la legislación contemporánea sobre drogas, al margen de cuál sea su justificación, tiene el efecto inexorable de prohibir la religión extática y experiencial al mismo tiempo que promueve simulacros de religión desprovista de sustancia y sacralidad. Es evidente que el Estado civil americano se encuentra cómodo con una pseudo-religión puramente simbólica y cristiana, y se siente justamente amenazado por una religión extática que enjuicie sus propios principios y motivaciones, así como los de sus Iglesias y Gobiernos: la diferencia está en elegir entre la promesa de obediencia ciega o el escepticismo razonado y la desconfianza eternas ante la autoridad.

La Inquisición Farmacrática no sólo está viva y bien instalada en el umbral del nuevo milenio, sino que ha sido entronizada por las leyes civiles de uno de los Estados de derecho por excelencia, cuya Constitución respeta la libertad individual, y se está utilizando como pretexto, no simplemente para atacar las religiones extáticas, sino para atacar la investigación científica y a los mismos principios fundamentales de la Constitución, destruyendo la libertad religiosa y científica y las garantías judiciales que protegen a los ciudadanos de la arrogancia y tiranía del Gobierno.

Fragmento del libro Jonathan Ott The Age of Entheogens and the Angels' Dictionary, Natural Products, Co, Kennewick, WA, 1995.


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Notas:

1. Enteógenos (dios dentro de uno o endiosamiento, entusiasmo), denominación empleada por los teóricos de Las substancias visionarias para aludir a las drogas psicodélicas.
2. [...] En 1977 R. Gordon Wasson, Albert Hofmann y Carl P. Ruck desvelaron el reverenciado secreto de los misterios de Eleusis atesorado durante 3.500 años, con su propuesta de que el kykeón era en realidad un poción enteogénica que contenía alcaloides del hongo llamado ergot (cf. su libro: El camino a Eleusis, PCE, Madrid, 1980, trad. de Felípc Garrido).
3. Resulta irónico que el término "pIacebo" que hoy día se refiere en farmacología a «una substancia que no contiene ninguna medicina y que se administra tam sólo para mejorar el ánimo del paciente», proceda dc las Visperas latinas del Oficio de Muertos en la liturgia católica. En latín significa «Yo seré complaciente y digno»> yven inglés. tras haberlo empleado Chaucer como nombre de un personaje en su obra Tales of Canterbury, de 1386 (Oxford English Dictionary, edición compacta.. p. 2192)> ha adquirido la denotación de "sicofante, parásito y adulador". En términos estrictamente farmacológicos, la ecucaristía cristiana es un placebo clásico, y el sentido de 'animar' o 'complacer' en el término latino placebo es apropiado, pues "eucaristía" deriva del griego eukharistos, agradecido, y éste de kharízomai, complacer (Oxford English Dictionary, op. cit, p. 902). Históricamente, dado que la eucaristía cristiana es una impostura, un falso sacramento para disuadir al incauto creyente de probar la auténtica sustancia, nosotros emplearíamos palabras más duras que "sicofante" o "parásito" para los perpetradores de tal fraude.
4. Debido al fanatismo de los cristianos expurgadores, sabemos poco de la tradición europea en el uso de enteógenos. Por los procedimientos seguidos en varias causas públicas contra las llamadas brujas, por el famoso manual de cazadores de brujas, el Malleus Maleficarum de 1486 de Heinrich Krämer y James Sprenger, por el Tratado Magia Naturalis de 1589 escrito por Giovanni Battista della Porta y por el De Praestigis Daemonum de Johann Weyer, sabemos que la Inquisición estuvo especialmente preocupada por el uso de los llamados ungüentos o linimentos de "brujas", que sabemos que contenían muchas plantas enteogénicas como Atropa belladona, el beleño o Hyoscyamus niger, mandrágora officinarum, especies de datura, al igual que algunos enteógenos como Acorus temulentum [...) Walter Map, un eclesiástico y oficial del rey Enrique II, hacía referencia al uso superviviente en el siglo XII de "alimentos beatíficos" o enteógenos sacramentales por parte de señoras heréticas [---] La cruzada albigense comenzada por el papa Inocencio III en 1209, y durante la que fueron brutalmenre asesinadas en el Sur de Francia tal vez un millón de personas, se dirigió contra el maniqueísmo del que el catarismo albigense era una variante nueva. Hoy día, se da el caso de que el escenario de la cruzada albigense, el sur de Francia y las areas adyacentes del Pais Vasco y Cataluña, constituye un enclave para la micofilia dentro de una Europa generalmente micófoba (siendo estos neologismos una aportación de Valentina P. y R. Gordon Wasson para referirse a las culturas que aman y odian respectivamente los hongos). Existe una curiosa evidencia de que los cátaros y albigenses pudieron haber utilizado la Amanita muscaria como sacramento.

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Publicado en la revista El Mercurio.

Última revisión: 3 de agosto de 2001

Las plantas maestro y sus discípulos: Curanderismo del Amazonas

Por Jean-Pierre Chaumeil

A través del mundo son numerosas las sociedades que otorgan un lugar privilegiado a los vegetales en su sistema de pensamiento. Es en particular el caso de las sociedades amazónicas que según J. Barrau (1990 : 1293) se podrían calificar de "vegetalistas". Varias de ellas hasta consideran ciertos vegetales como la fuente del saber y de los poderes (cosmológico, terapéutico y otros). De manera general, todo ocurre como si esas sociedades concibieran una continuidad, una solidaridad mística entre los vegetales y los hombres, entre el "crecimiento" vegetal y el crecimiento humano, entre los modelos de reproducción vegetal y humano. Este pensamiento se fundamenta en parte en la idea que el conocimiento de las cosas y de los seres del mundo no tiene su asidero en el hombre mismo, sino dentro de la naturaleza (vegetal) que lo rodea. Este concepto de planta-saber (o planta-poder si se quiere) está ampliamente difundido en la Alta-Amazonia y es muchas veces traducido en lenguaje Chamánico por "espíritu" o "madre" de los vegetales (Luna, 1986; Chaumeil, 1983). Así que abordar los fenómenos de terapia chamánica en el mundo amazónico sin evocar las plantas alucinógenas sería despojarlo de un elemento dinámico esencial. Sin embargo, no habría tampoco que limitar el uso de alucinógenos al campo terapéutico. Numerosas sociedades amazónicas los emplean dentro de un contexto sociocultural más amplio (rituales de iniciación, de caza y de cultivo, prácticas adivinatorias, etc.) y las integraban otrora como productos de intercambio en los grandes circuitos comerciales que vinculaban la selva amazónica con los Andes y el litoral Pacífico. Pero de hecho, el uso de alucinógenos en el ámbito indígena parece esencialmente ligado a la iniciación chamánica; es muy ocasional en las curas donde el tabaco (fumado, masticado o bebido) se vuelve el vegetal de referencia (Wibert, 1987). Según los conceptos indígenas, las madres de los alucinógenos son ante todo entidades que "enseñan" más que actúan por sí mismas y para sí mismas. Sin embargo, progresivamente, los alucinógenos entraron en la parafernalia terapéutica clásica de los >chamanes mestizos que ejercen en las ciudades y en consecuencia, retroactivamente, este uso se difundió entre algunos chamanes indígenas. La extensión del campo de los alucinógenos a un ámbito de aplicación estrictamente terapéutica (diagnóstico y cura) parece ser un fenómeno relativamente reciente si se toma en cuenta los datos de la etnografía indígena que los asocian más a un modo específico de aprendizaje y conocimiento. Efectivamente, en numerosas sociedades del alto Amazonas, la iniciación chamánica implica un noviciado (a veces de varios años) que se inicia con la toma periódica, según un orden establecido, de alucinógenos (y en forma facultativa de jugo de tabaco) bajo la dirección de uno o varios chamanes experimentados. No se puede considerar seria ninguna iniciación sin esos alucinógenos que se dice encierran espíritus extremadamente poderosos, cuyo amaestramiento se consigue mediante los viajes visionarios inducidos por la ingestión escalonada de esas mismas plantas. La operación consiste en añadir paulatinamente nuevas decocciones, creando mezclas más y más heterogéneas para así multiplicar y diversificar las fuentes del saber. Esos mismos espíritus o madres de los alucinógenos figuran además en el espectro de auxiliares favoritos de los chamanes, como dadores de saber y proveedores de armas mágicas (ver los relatos posteriores). Cabe volver a subrayar que la toma de alucinógenos no es de uso reservado de los chamanes. La mayoría de los individuos, hombres y mujeres, sea en un medio indígena o mestizo, pueden vivir esa experiencia guiados por chamanes entrenados. En este caso, las tomas se orientan claramente hacia la auto-curación o la búsqueda de efectos telepáticos. En todo caso, las tomas nunca son anárquicas ni indiferentes. Los Yagua de Loreto, por ejemplo, han elaborado una "tipología-procedimiento" de los alucinógenos: primero están los que "hacen ver" y los que "hacen viajar"; los que "enseñan" el arte de curar o de hechizar; luego aquellos que calientan" el cuerpo o los que "afinan y embellecen la voz" para seducir; los que "dan fuerza"; los que "queman" las almas o "cicatrizan" las heridas y, finalmente los que se "intercambian" con las entidades invisibles (Chaumeil, 1983). Recordemos también que, para esos mismos Yagua, el universo de los alucinógenos es un componente de la realidad tanto como la realidad inmediatamente visible vivida por cada uno en su cotidianeidad. En lugar de desarrollar, como ya lo hicimos en el trabajo antes citado, la manera como una sociedad específica piensa y utiliza los alucinógenos en el contexto shamánico, hemos preferido dar la palabra sobre este tema a varios chamanes procedentes de diferentes tradiciones pero que ejercen en la misma región (entre Iquitos y la frontera colombiana). Sus relatos, recogidos entre 1984 y 1985, nos parecen ilustrar mejor que cualquier otro discurso la importancia del elemento vegetal y de los alucinógenos en el modo de aprendizaje, los sistemas de pensamiento y las culturas amazónicas de hoy en día.Alberto Proaño (Shamán Yagua, quebrada Marichín, 1976) "Mi padre ha sido un gran curandero Yagua, nëmara. Se le llamaba también sandatia "el-que-sabe". El me enseñó el vegetal. Primero el piripiri que es el vegetal para preparar el cuerpo. La primera vez que tomé el piripiri, vi una candela grande que se transformó en serpiente y escuché solamente a lo lejos rumores de voces. La segunda vez tomé piripiri con tabaco que es el "camino de las almas". Vi nuevamente a la candela, pero luego se presentaron dos mellizos (madre del tabaco) que me enseñaron los cantos del tabaco y de los cigarros-mágicos. La madre del piripiri se presentó más tarde bajo la forma de un animal-fantasma: me entregó una pastilla para curar y sopló en mi boca un virote (dardo mágico) para resistir a las enfermedades. Antes de tomar el ayahuasca mezclado con el piripiri y el tabaco, mi padre finado me hizo tragar 5 flemas (que sacó de su cuerpo) para preparar mi estómago. Cuando tomé la purga, la madre del ayahuasca me entregó un cigarro encendido de donde salía un olor perfumado que me hizo ver muchas cosas. Luego me llevó hasta el cielo, pasaron varias capas de nubes. Ahí me dio un vestido para mudarme de manera que las enfermedades no penetren en mi cuerpo. La madre del ayahuasca asusta la primera vez, pero después es como tu hijo; puedes hablar con ella soplándole tabaco. Cada vez que la necesitas, está contigo, te cuida. Después tomé la purga con el toé, su mezcla. El toé me hizo conocer el mundo de la gente-sin-ano (bajo la tierra) y el medio-mundo donde también vive gente, más allá del mundo de los buitres. La purga me hizo conocer toda clase de gente (de espíritus). Un día mi padre finado me hizo la prueba y me dijo que sanara a mi abuelo enfermo. Le he chupado en la garganta y le he sacado dos flemas. Pero todavía no se transformaban. Me dediqué con más y más frecuencia a las curaciones hasta que yo vi esas flemas transformarse primero en virotes y luego en gente. Desde entonces podía saber quién había mandado la enfermedad, podía conocer la fuente de la enfermedad. He probado más luego muchos otros vegetales como el naranjillo y el venado-caspi que me hicieron conocer más. Así me he graduado de nëmara" (versión resumida del texto presentado en Chaumeil, 1983:33-43). Juan Pacaya (curandero de origen Cocama, lago de Caballo-cocha, 1984) "Mi abuelo Bartolomé Pacaya ha sido Omaguino (de Omaguas), igual que mi abuela Margarita Iruyara. Vinieron a Caballo-cocha hace años, en el tiempo que costaba el jebe. Mi padre se llamaba Gavino Pacaya Marín, aquí ha crecido pero ha nacido en Omaguas. Mi madre Narcisa Wayunga era de Balsapuerto, Cocama era. Yo he nacido aquí, en Caballococha y tengo 70 años. Mi mujer era también Cocama, Artuwari Macuyama, y nació en la boca del río Nanay. Primero yo era pescador, de joven. Luego trabajé la shiringa un año, después la madera dos años. Ahora me dedico a los cultivos. Tengo aquí 3 hermanos, Bartolo, Miguel y Rafael (él también sabe curar). Yo he aprendido en el río Nanay, en el tiempo de conflicto con Colombia en 1932. Así que he sido militar también pero nosotros no hemos peleado. La toma de Leticia ha sido cosa de puros civiles. En el Nanay de mis paisanos, los Cocama. Yo he aprendido de joven antes que yo tenía mi mujer. Yo aprendí poco a poco, tengo una memoria bien suavita; lo que canta uno, un paisano,. yo le aseguro todito, tengo buena cabeza. Así aprendí con ayahuasca en el mismo Nanay durante los años que estuve allí. Tenía dos compadres que hacían curanderismo Cocama. Yo tengo mi cachimbo también, yo también saco chonta. Yo he querido aprender para ser curandero, para eso he nacido. Cuando vinimos a Iquitos se enfermó uno de mis hijos, quería morir. Le pregunté a mi mujer finada: "¿dónde vamos a hallar médico aquí? a ver, yo voy a probar". Le he probado y se sanó. Yo he sanado, hermano, no uno, he sanado cientos de muchachos! Grandes también, de todas partes. Yo utilizo medicina Cocama, la soga ésta, el ayahuasca con su mezcla. Yo utilizo también un "santito" de este tamañito, se llama Encanto; es como una persona chiquita, parece un callampito (hongo). Es medicina también y se Ie apega donde duele. Cuando tomo la purga (ayahuasca y su mezcla), veo toda clase de cosa, gente, animales, hamacas ... Hasta ahora he tomado muchas veces la purga, hasta para sanarme yo mismo. Hace un año he querido morir, adentro me dolía. Me fui al hospital de Caballo-cocha a ver al médico: "yo estoy enfermo, doctor, le digo, tengo un dolor adentro, no por encima, sino por adentro!". "A ver, saca la camisa, me dice". Me ha tocado, me ha golpeado por aquí, por acá: "Señor Pacaya, me dijo, no estás enfermo!" De cólera me fui y tomé el ayahuasca, dos veces tomé. Me ha purgado, me hizo vomitar. El segundo día desapareció el dolor y me sané por completo! En mi mareación vi dos tremendas sombras, de dos metros de altura con pantalones blanquitos. Me miraban cuando vomitaba. ¡Adiós hinchazón de barriga! Nunca más hasta hoy día. Desde entonces nunca me voy al hospital. Todo se sana con purga, todo es purga".Rafael Pacaya (curandero, hermano de Juan Pacaya, 1984) "Mi medicina es la Mukura, planta que se toma en cada luna verde, a las 12 de la noche. Esta planta tiene muchos secretos. Viene la madre y te enseña los icaros para sanar, pero también para hechicería. Con el ayahuasca, yo no he visto nada. La madre de la mukura es como un enano o una viejita con el pelo amarrado sobre la cabeza. Se presenta también la madre del toé (su mezcla), es como una persona pero parece que no tiene huesos. Yo he empezado a aprender a los 67 años, ahora tengo 74. He tomado la mukura por primera vez porque estaba enfermo, tenía paludismo. He tomado un año y me he sanado. La mukura es buena para el paludismo. Después he seguido tomando la mukura como medicina. La mukura es mi jefe, me ha enseñado toda clase de hechicería y de curación. La mukura hace conocer el hombre".

Alonso Ruiz Ríos (curandero mestizo, Iquitos, 1984) "Nací en los alrededores de Pucallpa. Tengo 31 años y vivo en Iquitos desde los 5 años. Mi maestro fue un médico ayahuasquero mestizo de nombre Fidel Mozombite. Me hizo ayunar en el monte durante dos años. Venía a visitarme cada 15 días. Me enseñó los icaros en lengua quechua, tanto para curar como para el "mal de gente". La cuarta vez que tomé la purga, vi un "hospital" lleno de medicinas. Era como una farmacia donde había remedios para curar y para dañar. La madre del ayahuasca te hace escoger. Hace 11 años que tomo la purga, el ayahuasca mezclado con chacruna, con chiricsanango y con hojas de renaco. Después de dos años de ayuno, una "anciana" (madre de la purga) se presentó y me enseñó. Luego, salí para la madera sobre el alto Ucayali, el río Tamayo, donde me encontré con un curandero Indio, perteneciente a los Campa, Francisco Shumigabi. Me dio una planta parecida al culantro y me hizo ayunar dos años más en un lugar aislado. Me dio también ayahuasca. Después de 6 meses, la madre del vegetal hizo la "prueba". Vi entonces la Sirena. Podía ver debajo del agua y aprendí el canto triste de la Sirena (madre del agua). Este canto sirve sobre todo para atraer a las mujeres con perfume. También aprendí aquí la gasolina: eso es para tu defensa. La madre de la gasolina es como un viento que te protege, te cuida, es como un vapor que te envuelve. Así, primero tú tomas la gasolina antes de tomar la purga, para preparar el cuerpo. El primer maestro me enseñó los cantos en quechua, el segundo en lengua campa. Ahora canto en quechua-campa y nadie me puede "cruzar". Después de dos años de ayuno, el curandero campa me sopló sobre el cuerpo como para "despacharme" y desde entonces me dedico a curar. Se llama "maestro" a la madre de la purga y warmicita a los espíritus auxiliares. Cuando curo en casa, pongo "soldados" en los cuatro rincones. Con la gasolina, me cuidan cuando tomo la purga. Mi maestro Francisco me dio virotes, gasolina, petróleo y la serpiente cascabel que tengo todos en mi cuerpo. También me dio un encanto: una piedrita "charapita" que "chupa". Se pega en las partes que duelen y sólo yo puedo sacarla. Tengo muchas medicinas vegetales pero es la madre del ayahuasca la que me enseñó todo". Celso Rojas (curandero mestizo, Iquitos 1985) "Yo soy Celso Rojas Ucachiua. He nacido en Moyobamba en 1905. Me he criado en esas alturas (alto Tapiche) en el tiempo del jebe y del caucho, y he venido a Iquitos,con mis padres en 1918. Después he ingresado un año en la FAP (aviación). De ahí, me han trasladado a Moyobamba otra vez, un año y medio antes de regresar a Iquitos, donde mis padres murieron. Poco después me puse enfermo; mi pierna izquierda se ha podrido hasta el hueso. No me podía sanar. Me fui a internarme por 4 meses en el hospital Santa Rosa, pero sin mejoramiento. Antes que me trozan mi pierna, salí nuevamente al alto Tapiche donde tomé por primera vez el ayahuasca, era en 1933. He dietado tres años sin comer sal, ni dulce, ni ver a nadie. De esta manera me sané y aprendí el poco que conozco. No he tenido ningún maestro aparte de la purga misma (ayahuasca). Yo la preparaba, la cocinaba y la tomaba. Conocí sin embargo a un Indio Capanahua, un tal Pedro Nahuatupe, que me mostró cómo preparar la purga, pero no me convenía. En mi casa he cambiado la preparación, pero de todo este tiempo los gusanos llenaban mi pierna malograda. De repente vino en mi mareación un pajarito carpintero, color pardo, cabecita colorada, a pegarse en mi rodilla. El comió todita esa gusanera. Yo sentía, yo veía (en mi mareación) el carpintero comer a todos estos gusanos. Luego cayó el carpintero en la olla de la purga y ahí desapareció para siempre.Entonces he comenzado a sanarme. A los 6 meses estaba sanito. Faltando poco para cumplir tres años de dieta, he tomado la purga otra vez. Vino una boa inmensa, sus ojos parecían focos de carro. Vino de frente en la olla para batir la purga con su lengua. Después me ha comenzado a lamer, ha.metido su lengua en mi oído, en mis ojos, en mi nariz, todo, y con su lengua ha reunido mis pies así bonito y ha comenzado a tragarme. Y eso, dijo la boa, era para graduarme de sumé, o sea andar por debajo del agua y salir el día que me da la gana y donde quiero. Pero no logré graduarme: cuando estaba a medio cuerpo en su boca he tenido miedo, y la boa me vomitó. Sumé es el último grado, el primer grado es el banco, el segundo es el muraya. El sumé puede vivir en el agua y salir donde quiere, vive en pueblos de vidrio adentro del agua. El banco templa su mosquitero y se echa, en su encima se sientan los espíritus del monte, por eso se le llama banco, es el primer grado. El muraya cura con vegetales, hasta ahí me he graduado yo. Las madres del ayahuasca son muchas, en distintas formas. Se presentan en forma de lagartija, víbora, lagarto, o gente enana. Todos enseñan. A mí me enseñaron en Inca (quechua). Del Capanahua, conozco algunas partecitas nomás, que me enseñó Pedro Nahuatupe. Yo he empezado a tomar a los 25 años. Antes del ayahuasca, he tomado el chiricsanango, el uchusanango, el ojé con mi padre. Pero recién he "visto" con el ayahuasca, y me he acostumbrado, ahora me gusta, yo lo tomo rico, parece gelatina. Yo tomo ayahuasca mezclado con distintas clases de plantas. He probado hasta con su cogollo del huicungo, de la chambira, con chullachaqui-caspi, con la corteza de ayahuman, huaira-caspi, garabato-casha, zarza, villorenaquillo (macho y hembra), sanango, estoy probando toé también. El chiricsanango le quita su fuerza al ayahuasca, sólo se toma para sacar el frío y fortalecer el cuerpo. El chullachaqui-caspi no vale, pura maldad, la chambira y el huicungo lo mismo. La chuchuhuasi tiene la mitad buena y la otra mala. El garabato-casha y la zarza son todito medicina. He tomado con urcu-huasca, con wayusa, con resina de ojé, con creolina, alcanfor, agua florida, todo he probado. Los que me han servido, los he guardado y los que no me han gustado los he abandonado. Desde el año 1933, sigo de purguero y sané a muchos enfermos". Mejandro Vasquez Zárate (curandero mestizo, Iquitos 1985) "Yo tengo 65 años, he nacido aquí en Iquitos pero yo aprendí en Puca Barranco (caserío del río Napo) con un Indio capturado por caucheros en una correría, por los años 1940. Un día este indio me llamó diciendo que en su sueño escuchó a la madre del ayahuasca que quería conocerme y enseñarme la purga. A los 17 años tomé ayahuasca y su espíritu me enseñó en quechua. Todo lo que conozco es en quechua, mis icaros, mis curaciones. Dos años he tenido que dictar, ya que para saber bien es dos años. Después del ayahuasca, he tomado tabaco por la nariz, en el pico de la pinsha (tucán). El ayahuasca tiene padre, es un hombre chiquito con sombrerito, el cuerpo cubierto de sogas, como un tronco de tamshi. El me llamó "hijo" y me enseñó. Me enseñó primero a silbar bonito ; del silbido se aprende el icaro, de ahí poco a poco viene la voz del icaro. Del ayahuasca hay el macho y la hembra. El macho es más fuerte. Hay también el cielo-ayahuasca o rayo-ayahuasca, que hace ver todo el cielo, y el ayahuasca de tierra. El padre del ayahuasca me una flema, el yachay, por la boca. Es como si uno planta en su cuerpo, crece poco a poco y el cuerpo se hace más y más fuerte. Por eso se dieta. Uno tiene que conocer todos los icaros que existen para ser verdadero maestro, para que pueda sanar cualquier enfermedad (cada enfermedad tiene su icaro propio). El maestro máximo se llama tronco. Yo tengo mi defensa, mis genios, yo tengo mis bombas, mis aviones. Yo puedo mandar una bombardeada, con el rayo se les quema a todos los enemigos, es la mejor defensa. El padre del ayahuasca es el que hace todo". Clotilda de Rengifo Marín (curandera de origen brasilero, Iquitos 1985)."Mi madre ha sido brasilera. A los 15 años vino a aprender el vegetal en Caballo-cocha. Empezó a aprender de la vegetación a los 14 años. A los 15 dominaba la purga, la "ciencia". La purga es la primera planta que Díos puso en la tierra para regar la vegetación. De esta manera he empezado a aprender con mi madre directamente de la "ciencia", yo no tengo icaros. El que enseñó a mi madre era un maestro de Lamas.Yo tomo puro ayahuasca, soy vegetalista 100 por 100. Mi primer maestro fue Cocama, se llamaba Juan Martín Yawarkani. He tomado 5 años con él la purga, he dietado 8 años y yo curo desde hace 10 años. Yo soy la reina de la vegetación. Soy comando general de mando. Para superarse hay que dietar, hay que botar el cuerpo, hay que quedar huesito. Cuando más te metes en la dieta, más avanzas en la ciencia. Nos enseña el arco-iris del espacio: tiene 7 colores encendidos, 4 son medicinas y 3 son dañinas. Eso el doctor no cura. Los colores buenos son: azul y rosadito, el malo es el amarillo". Julia Navas Nibeira (curandera mestiza, Iquitos 1985) "Yo aprendí así: he sufrido una enfermedad hace muchos años. Llegué a un maestro que era un Indio Chama. El me enseñó a tomar el ayahuasca. De la primera copa, me sané pero me hizo dietar 6 meses. Yo he cantado 7 canciones la primera noche. Seguí dietando durante 3 años por el Ucayali. Mi maestro sabía mucho porque se metía en el agua y salía a las 4 horas completamente seco; sumé era. He dietado varias plantas: ayahuasca principalmente, murcuhuasca, agregando siempre la chacruna que es también primordial para la visión. El ayahuasca sólo marea. El toé también sirve para ver. Mi maestro me enseñó en su idioma chama (Conibo), él me dio el llausa mariri, es una defensa que tenemos en el estómago y con la cual sacamos virotes. Me trasmitió este mariri por medio de vientos. El genio del ayahuasca, el rey de la medicina, es satitucuy, un viejito de color bronceado óxido, de tamaño diminuto, con sombrero de piedra, zapatos de piedra, bastón de piedra, él también viene de un cerro de piedra. Los duendes son los discípulos del viejito, sus ayudantes. Son los cuidadores dé 'nuestro cuerpo: las arcanas, para que nadie nos cruza. Trozan flechas, son como Indios. Mi animal protector es un águila que siempre pongo en el techo para cualquier cosa que caiga de arriba, él lo coge, todo lo malo. Ponemos también defensa en los 4 costales: los shitaneros que decimos. Son los balisteros, los pucuneros, los guerreros, no dejan pasar a nadie. Son Indios, por ejemplo un Huambiza si tomamos el ayahuasca con el yagé, ya que el yagé viene del Huambiza. El ayahuasca es nuestro maestro a todos, no podemos superarlo, somos sus discípulos. Hay muchas clases de ayahuasca: cielo-ayahuasca, trueno-ayahuasca, encanto-ayahuasca, rayo-ayahuasca, boa-ayahuasca, y muchos más, cada uno tiene sus secretos". Bibliografía BARRAU, J., 1990. -"L’homme et le végétal", 1279-1306 in Histoire des moeurs I, Paris,J.Poirier,Gallimard,encyclopédie de la Pléiade. CHAUMEIL, J.P., 1983, Voir, Savoir, Pouvoir. Paris, ed. de I'Ecole des hautes Etudes en Sciences Sociales. 1988 - "El poder vegetal", 246-253 in Rituales yfiestas de las Améiicas, Bogota, E. Reichel, compil., Uniandes. DOBKIN DE RIOS, Marlene, 1972. -Visionary vine, psychedelic healing in the Peruvian Amazon, Chandler Publ. Company. LUNA, Luis Eduardo, 1986. - Vegetalismo. Shamanism among the Mestizo population of the Peruvian Amazon. Stockholm Studies in Comparative Religion 27. LUNA, Luis Eduardo& AMARINGO, Pablo, 1991. - Ayahuasca visions. lke religious iconography of a Peruvian shaman. Berkeley, North Atlantic Books. WILBERT, J., 1987. - Tobacco and Shamanism in South America. New Haven & London, Yale University Press. Desde 1971, Jean-Pierre CHAUMEIL, etnólogo francés, ha efectuado varias estadías en la Amazonía peruana, especialmente entre los Yagua de la región nor-oriental con los cuales convivió más de tres años en compañía de su esposa. Su interés toca en prioridad el estudio comparado del shamanismo y, de manera más general, todo lo que rodea las nuevas formas de religiosidad en la Amazonía. Es autor de varios libros, entre los cuales están 'Voir, savoir, pouvoir", (Ed. de I'EHESS, París, 1983) y 'Ñihamwo" (CAAAP, Lima, 1987). Encargado de investigaciones en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS), pertenece al Equipo de Investigación en Antropología amerindiana del mismo (Francia).

Plantas que enseñan

Entrevista al antropólogo Luis Eduardo Luna

Por: Lic.Silvia Polivoy

¿ Cómo se inició tu dedicación al chamanismo y al uso de plantas sagradas?

Soy nacido en Florencia, capital del departamento de Caquetá, en plena Amazonia Colombiana. Mi padre es parcialmente descendiente de indígenas amazónicos. De modo que ésto formó parte de mi historia personal. Pero en realidad, quien despertó mi interés especialmente por el ayahuasca fue Terence McKenna, un investigador norteamericano, a quien conocí en Colombia en el año 1971. Por ese entonces yo estudiaba literatura hispánica en Madrid, y durante unas vacaciones en mi ciudad natal, me encontré con Terence, quien me habló de una experiencia asombrosa que había tenido al tomar Ÿagé. Mi padre conocía esta bebida como parte de los rituales chamánicos que aún practicaban diversos grupos indígenas de la zona y aún entre la población mestiza; y me indicó a un chamán Ingano a quien podía preguntar por ella. Pero las circunstancias no me permitieron hacer la experiencia en esa oportunidad. Más tarde, nuevamente con Terence Mckenna en su casa de California, llegaron a mis manos los primeros libros de Peter Furst y Michael Harner que se publicaron sobre este tema en los años '71,'73. Y también fue muy importante el concejo que me dió Gerard Reichel-Dolmatoff, otro gran especialista que ya había publicado su obra "Amazonas y Cosmos" sobre el simbolismo sexual y religioso de los indios Tukano. Yo le escribí diciéndole que me interesaba el tema de las plantas sagradas y su concejo fue que me dedicara a estudiar ciencias, pues de lo contrario corría el riesgo de perderme en los laberintos del esoterismo. Concejo que seguí.

¿Yagé y Ayahuasca es lo mismo?
Si, son disitintos nombres que designa una bebida que se prepara con el tallo de una liana amazónica llamada Banisteriopsis Caapi, y las hojas de otras plantas de la región. Yagé es el nombre amazónico. Ayahuasca, en cambio, es de origen quechua. En esta lengüa "aya" significa "espíritu", "ancestro" o "muerto", y "huasca"significa "soga "o "liana".

¿Cuál es el uso tradicional de la Ayahuasca?
Entre las culturas indígenas y también entre la población mestiza del Alto Amazonas, los llanos del Orinoco y la costa pacífica de Colombia y Ecuador, la Ayahuasca se emplea en los rituales chamánicos y juega el rol central en la vida religiosa.

¿Por qué se dice que la Ayahuasca es una "Planta Maestra"?
Este concepto lo usan los chamanes amazónicos. Yo lo recogí en un artículo que se publicó en una revista científica en el año '84 y trataba del uso de estos conceptos entre curanderos de Iquitos. Plantas Maestras son plantas que enseñan, que te abren caminos, que te muestran cosas. En la tradición mestiza peruana que yo estudié, así es como se considera a la Ayahuasca, como una planta que también enseña sobre el uso de otras plantas maestras. Es como el principio del camino, un camino de aprendizaje y conocimiento a través de las plantas.

Actualmente hay cierta confusión porque se usan diversos términos para referirse a este tipo de plantas y experiencias.

Es cierto y es necesario aclarar sobre todo la confusión entre estas plantas y las drogas. Se han usado diversos términos: plantas psicodélicas, psicotrópicas, plantas de poder. También se usa mucho últimamente el término enteógeno que propusimos paralelamente Jonathan Ott y yo, que significa reveladoras de lo divino. Pero a mí me gusta mucho el concepto de plantas maestras, plantas que enseñan, plantas psicointegradoras...

¿Qué otras plantas se consideran como maestras en la tradición peruana?
La más importante es la Ayahuasca, pero también son plantas maestras el San Pedro y el Tabaco. Este último en la tradición peruana es el alimento de los espíritus.
Siempre que se preparan o se toman plantas está presente el tabaco. En todos los pasos, en las curaciones, en las ceremonia. No solamente se fuma y se sopla, también se ingiere o se introduce en forma de enemas. El uso chamánico del tabaco es muy importante; y por el hecho de que occidente lo haya secularizado no debemos olvidar que es una planta sagrada.

¿Y qué es lo que pueden enseñar las plantas maestras?
En la tradición chamánica mestiza del Perú la Ayahuasca puede enseñar a explorar tanto el mundo natural como humano, incluso con fines muy prácticos. Por ejemplo, puede enseñar acerca de las propiedades medicinales de las plantas, como puede servir para averiguar los planes de los enemigos. Los indígenas toman ayahuasca y con sus mentes exploran la selva para localizar las presas de caza. También puede ser usada para internarse en otros mundos. En las cosmologías amazónicas generalmente hay 3,5 o 7 mundos y los chamanes pueden especializarse en viajar por esos mundos, por ejemplo el mundo subacuático, con relación a sirenas, delfines, cavernas, remolinos y cataratas.
Además, en el chamanismo el ser humano es concebido como estando en contínua relación con seres inteligentes que subyacen lo percibido normalmente.

¿Desde cuándo se han utilizado los enteógenos?
El uso de enteógenos tiene una profundidad cronológica de al menos 10.000 años y una distribución geográfica que abarca los cinco continentes.

¿Es legal el uso de la Ayahuasca?
En Brasil es el sacramento central y de uso perfectamente legal por parte de tres líneas doctrinarias cristianas.

¿Cuál es su actividad principal?
Soy docente en el área de antropología de la universidad Federal de Santa Catarina, en Brasil.

En el último año y medio viajó periódicamente a la Argentina donde trabajó el tema chamanismo con un grupo de psicólogos transpersonales.

Ayahuasca y Creatividad

Benny Shanon, Ph.D.
Universidad hebrea, Sección de Psicología.

Traducción de Helmer Hernández Rosales



Articulo publicado en: MAPS V olumen X n u m b e r 3 Creantivity 2 0 0 0


Como se indicó en publicaciones anteriores (Shanon, 1997, 1998a, 1999) soy un psicólogo cognoscitivo que está estudiando la fenomenología de la experiencia con ayahuasca. Mi estudio esta basado en una extensa experiencia así como en entrevistas a un gran número de personas en lugares y contextos diferentes. En las publicaciones citadas el lector puede encontrar información básica sobre el ayahuasca y también acerca del programa de mi investigación; para una discusión teórica extensa, ver mi libro las Antípodas de la Mente: Trazando la fenomenología de la Experiencia de Ayahuasca.


Desde el punto de vista de la fenomenología, los efectos de ayahuasca son múltiples - ellos incluyen efectos alucinatorios en todas las modalidades perceptivas, visiones sicológicas, ideaciones intelectuales, elevaciones espirituales y experiencias místicas. Tal como argumento en el libro arriba citado, muchas de estas facetas pueden atribuirse a una creatividad incrementada. Esta caracterización también está en línea con la postura de Dan Merkur (1998) con respecto a las substancias sicotrópicas en general. Según Merkur, el único efecto de estas substancias es la inducción de una imaginación incrementada. Pienso que éste no es el único efecto de estas substancias, pero estoy de acuerdo en que es el fundamental.

Permítame empezar con los efectos visuales que el ayahuasca induce. Cuando es fuerte, éstos consisten en visiones majestuosas que son comparables a las películas cinematográficas de naturaleza fantasmagórica. Los usuarios amazónicos indígenas de ayahuasca creían que estas visiones revelaban otras realidades existentes de manera independiente; muchos bebedores modernos comparten estas creencias. Sin negar el carácter maravilloso y trascendental de las visiones, como investigador científico más bien yo preferiría dar cuenta de ellos en términos sicológicos y no ontológicos.


Al parecer, el ayahuasca pueden conducir a la mente humana hacia niveles de creatividad superiores a aquellos de la conciencia ordinaria. Comprendí esto en una visión en la que fui conducido a través de una exhibición que mostraba los trabajos de una cultura entera. La exhibición incluía hermosos objetos artísticos y artefactos que no se parecían en nada a aquellos que yo había visto alguna vez antes en mi vida. Lo más impresionante era que todos ellos se aglutinaban en un estilo coherente. Viéndolos, reflexioné: "Si todos esto es creado por mi mente, entonces la mente es de hecho más misteriosa que lo que cualquier psicólogo cognoscitivo ha previsto." Desde entonces esta reflexión me acompaña permanentemente: Si la propia mente produce las visiones con ayahuasca, entonces los poderes creativos de esta transcienden lo que los psicólogos normalmente hablan.


Tal como explico en Shanon (1998b), el ayahuasca también puede inducir ideaciones muy impresionantes. Es muy típico que los bebedores del ayahuasca digan que el brebaje los hace pensar más rápidamente y mejor- de hecho, los hace más inteligentes. Algunos de mis informantes reportaron la sensación de tener conocimiento acerca de todo; yo también tuve esa experiencia. Aunque, este sentimiento global no es objetivamente comprobable, mis datos revelan algunas ideaciones que son verdaderamente impresionantes. Sobre todo me permito mencionar las visiones filosóficas logradas por bebedores sin educación formal. Algunas de estas ideas parecen encontradas en trabajos clásicos como aquellos de Platón, Plotino, Spinoza y Hegel. Probablemente Las introspecciones mas significativas tendrán lugar en dominios en los que los bebedores tienen una competencia especial.


Personalmente, con ayahuasca tuve muchas introspecciones en relación con mi campo profesional de especialización y las que, siguiendo un análisis crítico, todavía sostengo. He oído lo mismo de otras personas. Es en ese sentido que yo interpretaría los testimonios habituales de los curanderos indígenas a quienes el ayahuasca revela el diagnóstico de sus pacientes y las instrucciones de cómo curarlos. La interpretación tradicional es que la información viene a través de la revelación sobrenatural. En base a mi acercamiento teórico general y a las comprobaciones que he dirigido empíricamente, yo diría más bien que lo que pasa es el resultado de introspección y una sensibilidad incrementada en un dominio en el que el chaman ya tiene conocimiento sustancial y una especialización.


Como enfatizo en mi libro, algunos efectos sobresalientes del ayahuasca pertenecen a performances evidentes. Performances impresionantes que yo mismo he presenciado incluyeron la ejecución de un instrumento musical, canto, danza, movimientos de tai chi y actuación. En éstos, los bebedores exhibieron agilidad técnica, delicadeza estética, exactitud y un coordinado control motor que excedió notablemente sus habilidades normales. Esta es una experiencia mía. Una vez durante una sesión privada de ayahuasca, en el frenesí del momento, decidí tocar el piano. Como aficionado, yo había tocado el piano desde la infancia. Solo he tocado música clásica, siempre con nota, nunca he improvisado y muy raramente lo he hecho frente a un público. Aquí, por primera vez en mi vida, empecé a improvisar. Toqué por más de una hora y la manera como lo hice era muy diferente de lo que yo había hecho alguna vez. La música era un flujo interminable y constituía una narración que iba siendo compuesta y ejecutada al mismo tiempo. Parecía que mis dedos sabían exactamente donde ir. Durante esta ejecución, mi capacidad técnica me asombró. Una persona que estaba conmigo quedó muy impresionada. Cuando la sesión acabó, fue como si hubiera tenido la lección de piano más maravillosa de mi vida. Desde entonces he estado improvisando, sin el ayahuasca. La calidad de esta ejecución no es igual aquella que logré estando bajo los efectos del ayahuasca, pero muestra algunos rasgos de mi ejecución del piano que nunca logré antes de esa sesión.

Permítanme concluir con una palabra de precaución. Me he encontrado muchas personas que creen que el ayahuasca les permitió hacer cosas sobre las cuales nada sabían. Por ejemplo, muchos informantes atestiguaron que escucharon a personas hablar en idiomas completamente desconocidos. He examinado este asunto y no he encontrado apoyo empírico para eso. En general, yo haría una fuerte advertencia en oposición a una visión simplista y reduccionista de los efectos del ayahuasca (y de las substancias sicoactivas en general). Yo no pienso que estos efectos sean el resultado directo de los efectos biológicamente determinados de las substancias químicas que actúan sobre el cerebro. Más bien, como lo sostengo y expreso en mi libro, lo que pasa en el curso de la embriaguez del ayahuasca es el producto de la conjunción de la sustancia y la persona que lo consume.

Una analogía que viene a mi mente es la del auto de carreras. Obviamente, sin el vehículo, el piloto no podría lograr la velocidad que alcanza; al mismo tiempo con el propósito de conducir el automóvil y obtener un buen desempeño de él, uno debe ser un piloto experimentado. Igualmente ocurre con el ayahuasca: Esta bebida puede dotar a los seres humanos de una energía creativa especial, pero depende del individuo en cuestión todo lo que se logre con esta energía.


Benny Shanon msshanon@mscc.huji.ac.il


Referencias


Merkur, D. 1998. The Ecstatic Imagination: Psychedelic Experiences and the Psychoanalysis of Self-Actualization. State University of New York Press. Shanon, B. 1997. "A cognitive-psychological study of ayahuasca," MAPS Bulletin 7: 13-15.


Shanon, B. 1998a. "Cognitive psychology and the study of Ayahuasca," Yearbook of Ethnomedicine and the Study of Consciousness 7 (in press). Edited by C. Rätsch & J. Baker. Berlin: VWB Verlag.

Shanon, B. 1998b. "Ideas and reflections associated with Ayahuasca visions," MAPS Bulletin 8: 18-21.


Shanon, B. 1999. "Ayahuasca visions: A comparative cognitive investigation," Yearbook for Ethnomedicine and the Study of Consciousness 8 (in press). Edited by C. Rätsch & J. Baker. Berlin: VWB Verlag

Breve informe sobre la ayahuasca

Autor: Dr. Josep Mª Fericgla Dr. en Antropología Cultural
Dir. de la Sociedad de Etnopsicología Aplicada y Estudios Cognitivos
Prof. del MGS, FBG-Universitat de Barcelona

1 - ¿Qué es la ayahuasca?

La ayahuasca es una mixtura líquida, con efectos psicoactivos, considerada sagrada por millones de personas indígenas de Sudamérica. Su uso actual se ha extendido por el mundo occidental gracias al interés por las medicinas alternativas, los valores étnicos y el chamanismo, ámbitos donde se usa para provocar estados de carácter curativo, místico y visionario.

El término ayahuasca proviene de la lengua quechua, popular etnia tradicional que habita los Andes. Ayahuasca viene a significar: “liana que lleva a visitar a los muertos”, dado que los quechuas creían ¾y creen¾ que cuando se está bajo el efecto psicoactivo de la ayahuasca se tienen visiones del mundo habitado por los espíritus de los antepasados.

Composición

La ayahuasca se compone de un mínimo de dos ingredientes vegetales. Desde el punto de vista farmacológico, uno aporta a la mezcla un inhibidor de la monoamino-oxidasa (IMAO), y el otro aporta la dimetiltriptamina (DMT). Ninguno de ambos componentes por aislado produce efectos psicotropos consumido oralmente. La cantidad de DMT que contiene cada dosis de ayahuasca varía de un pueblo a otro, pero extrañamente sobrepasa los 25 mg por dosis (o 0’53 mg por 1 ml que es la concentración hallada en la ayahuasca usada para los modernos estudios de farmacología realizados en España).

Hay una cierta confusión sobre la composición de la ayahuasca ya que el mismo término se emplea para denominar a uno de los componentes vegetales, la liana Banisteriopsis caapi, y también para denominar el resultado final de la ebullición de este vegetal junto a otro u otros, que proporciona el té psicoactivo. Para que el resultado de la decocción sea realmente psicoactivo es imprescindible que, a la liana ayahuasca, se añada otra planta que sea la fuente de la DMT.

No nos alargaremos exponiendo la sofisticada reacción farmacológica que se produce al hervir conjuntamente una planta que aporta los IMAOs, la ayahuasca, más otra que aporta la DMT, pero ambas son imprescindibles para que la ayahuasca sea psicoactiva. La confusión se debe a que muchas personas creen que la ayahuasca, como mixtura, es el resultado de hervir únicamente la liana del mismo nombre.

Además de ello, cabe añadir que cada uno de los grupos étnicos que la consumen, e incluso cada familia, tiene su receta particular para elaborar ayahuasca, añadiendo plantas que varían ligeramente los efectos. Se puede comparar con la antigua forma de elaborar el vino en nuestro país, cuando cada familia campesina o cada pueblecito elaboraba su vino y estaba orgulloso de su sapiencia y del sabor y potencia alcohólica que conseguía.

Dado que la ayahuasca necesita, para ser elaborada, los componentes mínimos citados, se calcula que hay unas 5000 posibilidades de combinar plantas que aporten cada uno de ambos componentes para proporcionar la ebullición psicoactiva.

Historia

La ayahuasca se consume desde hace, por lo menos, 10.000 años en toda la cuenca amazónica por parte de millones de personas. En la actualidad siguen tomando esta mixtura psicoactiva unas 75 etnias indígenas de la Alta y la Baja Amazonia, y de las altas cuencas andinas.

Desde la década de los años 1930 se da también un consumo occidentalizado por parte de los nuevos sincretismos religiosos nacidos en Brasil. Desde la década de los años 1970 se está usando en tratamientos vanguardistas de toxicomanías y comportamientos compulsivos (más adelante se habla de ello).

2 - Uso y consumo de la ayahuasca

Funciones del consumo

La ayahuasca forma parte de los ritos sagrados de los pueblos indígenas amazónicos y andinos. La consumen para tomar decisiones, para curar y curarse, para resolver conflictos intrafamiliares e intratribales, etc. No se puede explicar la cultura ni la vida de estos pueblos sin tener presente el efecto de la ayahuasca en sus vidas. Para seguir con la comparación que, aunque lejana es válida, sería el equivalente en nuestras sociedades mediterráneas de las bebidas alcohólicas, en especial del vino. No se puede entender la evolución de nuestro mundo religioso (no es casualidad que el vino embriagante sea la substancia que se transmuta en la sangre de Cristo durante la Misa), ni de nuestro mundo festivo (cava para los días señalados, ebriedades domingueras y de fiestas de pueblo), ni se podrían entender los ritos familiares (la primera copa de cava o de vino que da el padre a su hijo adolescente), ni muchas de las reacciones de los aficionados al masificado fútbol, ni tan solo se podría comprender nuestra forma de vida tradicional (con pan y vino se anda el camino) sin entender el papel del efecto psicoactivo del vino. Hasta hace pocas décadas, el vino también era usado como medicina, como alimento, para resolver conflictos y para originarlos, para ganar el valor necesario para tomar una decisión importante, etc. En este sentido, la ayahuasca cumple un papel similar, aunque mucho más profundo, en aquellos pueblos amerindios.

Ubicación geosocial

Los estudios paleobotánicos no han podido ubicar el origen geográfico de las plantas que componen la ayahuasca y, justamente por ello, se infiere que desde épocas prehistóricas han sido plantas transportadas y manipuladas por los seres humanos habitantes de la cuenca amazónica. Esto, más la multitud de nombres vernáculos que tiene la mixtura, da una idea de la profundidad cultural e histórica de su uso.

En la actualidad, se consume en Venezuela, Colombia (donde toma el nombre popular de yagé), Ecuador (natema), Perú, Brasil (donde se conoce por jurema, chá y daime), Uruguay y Chile.

También se registra consumo de ayahuasca, bajo las nuevas formas religiosas citadas, en estos países citados de Iberoamérica y además en España, Holanda, Italia, Francia, Alemania, Japón, Estados Unidos, México y Canadá.

3 - Usos no tradicionales
Rituales (religiosos, sincretismos)

Desde la década de 1930, además del consumo chamánico indígena, cabe mencionar el uso que dan a la ayahuasca los interesantes sincretismos religiosos que han nacido en Brasil. El primero de ellos fue fundado por Raimundo Irineu Serra, un hombre negro que trabajó para el ejército brasileño durante algunos años, inmerso en la selva amazónica, fijando los lindes fronterizos entre este país y sus vecinos. Durante su estancia en el interior de la selva, R.I. Serra aprendió el uso de la ayahuasca de los propios indígenas. Al regresar al mundo civilizado creó una nueva forma ritual de ingerir y aprovechar los efectos de este psicotropo y fundó la religión denominada del Santo Daime. El Santo Daime es un típico e interesante sincretismo religioso salido del cruce entre la religión cristiana y las prácticas de curación y de chamanismo de los indígenas amazónicos. Los seguidores de esta religión, hoy más de 20.000, consumen el psicotropo sagrado y cantan sus himnos religiosos a la vez que experimentan el estado místico y estructurador en que los sumerge la mixtura.

Actualmente existen varios sincretismos religiosos más que tienen como práctica central el consumo ritualizado de la ayahuasca: la Uniao do Vegetal, A Barquiña, etc. Todos estos cultos han sido aprobados por diversos gobiernos iberoamericanos y actual-mente gozan de gran prestigio social. Incluso la Uniao do Vegetal, sincretismo de carácter urbano, reúne importantes personalidades del mundo artístico e intelectual brasileño. Se han realizado varias tesis doctorales y otras investigaciones científicas sobre estos nuevos cultos religiosos que permiten alejarlos de la idea de sectas. Un interesante estudio traducido al castellano es el libro Tocado por la Luna, del antropólogo de origen escocés E. McRae (editado por Abya Yala, Quito).

Terapéuticos

A partir del conocimiento de los efectos de la ayahuasca por parte de los científicos, en la década de los años 1950, se ha incrementado el interés por estudiar dicha mixtura, por desentrañar su forma de actuar en el cuerpo y en la mente humanos, y por buscar aplicaciones en psicoterapia y en otros campos del quehacer humano.

En este sentido, a partir de los trabajos realizados en Brasil por equipos de investigadores norteamericanos (en especial el equipo dirigido por el psiquiatra Dr. Ch. Grob, de la Universidad de Los Angeles, EEUU, en el año 1995, y por el equipo del farmacólogo Dr. J. Callaway, de la Universidad de Kuopio, Finlandia); a partir también de los trabajos realizados por quien suscribe y su equipo de colaboradores en Ecuador entre los años 1992 y 1997; y a partir de las investigaciones realizadas en Perú por parte del médico francés Dr. J. Mabitt, quien ha fundado el centro Takiwasi, en Tarapoto, Perú, para atender a toxicómanos con tratamientos en base al efecto de la ayahuasca; a partir de todo ello, pues, se puede afirmar que, a pesar de no haber aun resultados estadísticos definitivos, la psicoterapia usando la ayahuasca como medio para romper las resistencias de los pacientes tiene efectos altamente beneficiosos.

Está pendiente un estudio definitivo probablemente a realizar a lo largo del año 2001 por parte del psiquiatra Dr. Josep Mª Fábregas, director del prestigioso CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones, de Barcelona) y de quien suscribe. Está previsto realizar una investigación etnopsiquiátrica entre los habitantes del pueblo amazónico de Mapiá, en el Estado brasileño de Río Branco. Este pueblo es el centro de la nueva religión del Santo Daime, construida alrededor de los efectos de amplificación emocional que produce la ayahuasca. Los mapienses consumen ayahuasca de forma ritualizada, desde hace dos generaciones, un promedio de cuatro veces al mes. Son la mejor población objetiva del mundo para analizar de forma definitiva los efectos médicos, sociales y psicológicos de la ayahuasca a largo plazo.

Investigaciones científicas actuales

Las primeras noticias en nuestras sociedades de la existencia de esta mixtura vegetal, la ayahuasca, provienen de los estudios que realizó el etnobotánico Spruce en las cuencas de la Alta Amazonia, en la primera mitad del siglo XIX. Más adelante ha sido objeto de múltiples estudios por parte de antropólogos, botánicos, farmacólogos, médicos y bioquímicos.

En los EE.UU. se acaba de realizar un importante congreso científico, promovido por el psicólogo Dr. R. Metzner, exclusivamente dedicado a tratar la ayahuasca. Entre otros conocidos investigadores, han asistido a este evento el Dr. J. Callaway, Dr. R. Yensen, Dr. D. McKenna, etc. Los resultados del congreso se han recogido en el libro Ayahuasca (ed. Thunder’s Mouth Press, Nueva York, sin traducción al castellano).

En la actualidad se está realizando un importante investigación de farmacodinamia de la ayahuasca en la Fundación de Neuropsicología del Hospital de Sant Pau, en Barcelona. Los resultados provisionales que está arrojando esta investigación ponen de relieve, entre otras cosas, la nula hepato-toxicidad de esta mixtura vegetal, último punto que era necesario aclarar sobre el efecto fisiológico de la ayahuasca sobre el cuerpo humano.

4 - Conclusión

La mejor forma de explicar resumidamente el efecto de la ayahuasca, es explicando que la DMT (dimetiltriptamina), la potente substancia que contiene y a la que se deben sus efectos psicoactivos, es también una substancia que segrega nuestro propio cuerpo y que es la responsable de los sueños nocturnos. De ahí que los efectos de la ayahuasca son como soñar pero con plena consciencia del contenido de las imágenes y de los contenidos emocionales que tiñen el sueño. A ello, y a la relativamente corta duración de sus efectos ¾entre 1 y 2 horas¾ se debe el gran potencial que tiene en psicoterapia.

Los resultados más importantes que han salido de diversos estudios (ver bibliografía al final de este corto informe) se pueden sintetizar en estos epígrafes:

- en términos de psicología, los efectos de la ayahuasca consisten en abrir el contenido del inconsciente humano, de ahí las visiones de carácter onírico que aparecen a menudo cuando se está bajo su efecto, que suele durar entre 1 y 2 horas.

- la capacidad que tiene la ayahuasca de abrir el inconsciente la convierte en una substancia de gran potencial en psicoterapia. De hecho, ya se han realizado diversos estudios aplicados sobre ello, usando ayahuasca para tratar toxicómanos. A la vista del resultado positivo que arrojan estas terapias experimentales se está creando un centro hospitalario en Brasil, donde la ayahuasca es legal, para ofrecer tratamientos a personas de todo el mundo aquejadas de comportamientos compulsivos o adictivos.

- dado que al abrir el inconsciente se producen vivencias agradables pero también otras más difíciles de soportar (por ejemplo, se liberan recuerdos vergonzosos que todos tenemos escondidos) es totalmente improbable el uso lúdico o compulsivo de este psicotropo.

- tras miles de años de su consumo en la Amazonia no existe ni un solo dato de uso indebido, de intoxicaciones o de accidentes a consecuencia de ello.

Conflicto con las Leyes Vigentes

Finalmente, aunque el comercio de DMT fue prohibido por Convenio de Viena de 21-2-1971, ratificado por España en Instrucción de 2-2-1976 (RCL 1976\1747 y 1943), no hay ningún motivo objetivo que apoye tal legislación prohibicionista. No han habido casos de abuso ni de adicción a esta substancia, no es tóxica, no genera dependencia (más bien al contrario, es un excelente remedio para tratar otras dependencias) y no hay un solo caso de delincuencia asociada al consumo de DMT, con excepción de las personas que han sido detenidas en Europa o en los EE.UU. por transportar ayahuasca.

5 – Breve reseña de bibliografía actual en castellano

BERDONCES, José Luís, 1999, Gran Enciclopedia de plantas medicinales, Tikal ediciones, Barcelona.

FERICGLA, Josep Mª, 1994, Al trasluz de la ayahuasca, Liebre de Marzo, Barcelona.

FERICGLA, Josep Mª, 1994, Los jíbaros, cazadores de sueños, Integral Oasis, Barcelona.

HOFMANN, Albert y EVANS SCHULTES, Richard, 1995, Plantas de los Dioses, FCE, México.

OTT, Jonathan, 1994, Pharmacoteon, Liebre de Marzo, Barcelona.

POVEDA, José Mª (ed.), 1997, Chamanismo